En una fosa común del patio G, en la hilera 1ra, enmarcada con los números 2 y 3, en el cementerio de Santa Ifigenia, fue enterrado, sin penas ni glorias, el cadáver del Padre de la Patria el domingo 1ro. de agosto de 1874, tras el ocaso de San Lorenzo. Señala un artículo del periódico oficial Juventud Rebelde.

Foto: Cubaysuhistoria
El 25 de mayo de 1879 un grupo de dignos cubanos, entre los cuales se encontraban dos ex esclavos suyos, consecuentes con la palabra empeñada y a la tenue luz de un farol, exhumaron los restos del héroe de La Demajagua y celosamente guardados en un cofre los trasladaron hasta el Patio B, el más antiguo de la necrópolis, donde lo ubicaron en un lugar secreto sin identificación alguna.
Pasados 36 años, los restos mortales de Céspedes fueron trasladados al edificio de gobierno y venerados en capilla ardiente hasta ser enterrados en un mausoleo a su altura, un conjunto escultórico ecléctico confeccionado con mármol de Carrara, en el que recibió el tributo de los cubanos.
Ayer 10 de octubre, el Padre de la Patria fue nuevamente inhumado al ser trasladado su Mausoleo hasta el área patrimonial central del cementerio Santa Ifigenia.
Redacción PC