Seguridad del Estado monitorea la celebración de la Virgen de la Caridad en Camagüey

Agentes de la Seguridad del Estado monitorearon las actividades por la celebración del día de la Virgen de la Caridad del Cobre en Camagüey el pasado 8 de septiembre, llegando a intimidar a un par de enfermeras cubanas por tener un acercamiento con el sacerdote Castor José Álvarez Devesa, considerado como opositor al régimen comunista.

El ciudadano camagüeyano Osvaldo Gallardo González resultó el encargado de hacer la denuncia desde su perfil personal en Facebook. Según cuenta, “las enfermeras fueron citadas por la Seguridad del Estado (cuya sede principal en Camagüey está ubicada frente al santuario de La Caridad)”.

Ambas quedaron muy asombradas al conocer el motivo de su citación con los agentes de la policía política del castrismo. “Les comunicaron que habían tenido contacto con un sacerdote que es, según ellos, el mayor opositor que tiene Camagüey, y las amonestaron por tomarse además una foto y subirla a las redes”, indica Gallardo González.

El pasado 8 de septiembre, al terminar la misa “una de las enfermeras que es vecina del sacerdote, fue con sus colegas a saludarlo y felicitarlo por su homilía. Él las bendijo y luego se tomaron una foto que subieron a Facebook”. Este simple hecho fue suficiente para desatar las reacciones de los agentes.

De acuerdo con las fotos publicadas por Gallardo González, se puede ver cómo desde el balcón del edificio de la Seguridad del Estado en Camagüey se filma la procesión para luego tener evidencia de los rostros que participaron.

En las redes sociales, algunos cubanos se alarman por el grado de vigilancia y control al que están sometidos; en cambio, otros no se sorprenden y argumentan que el régimen le tiene miedo a la influencia que puede tener el sacerdote sobre su congregación de feligreses.

“No se entiende por qué cuestionan a quien se salude o tenga amistad con alguien que no piense igual. En el mundo eso se respeta y no se cuestiona a nadie porque es algo personal. Soy católico y saludo a todos sin importarme su ideología o credo y mis pastores jamás me han cuestionado tal cosa. Esto lo veo como una violación a lo personal”, expuso el cubano Enrique Cabrera Nápoles.

“Eso es tan normal. Lo que hace falta es que esas enfermeras no se dejen amedrentar y no le retiren su amistad y admiración al sacerdote. Los comunistas le tienen terror al buen verbo del sacerdote y a su carisma”, dice Yoaxis Marcheco Suárez.