Supervivencia en paralelo: el amanecer de hoy en La Habana

Huevo por la libre, y no importa cuan larga sea la fila, el tema es «resolver». (Foto: Periódico Cubano)

La Habana amaneció este lunes 28 de enero sumergida entre escombros y más penurias. En las zonas de 10 de Octubre y Regla la gente siente mucho más los efectos de un tornado que sorprendió a todos en la plenitud de la noche, y que al salir los primeros rayos de luz magnificó aun más cada pérdida y destrozo. En otro lado de la propia ciudad hubo quienes iniciaron su día también como las hormigas, no tan caótico como los vecinos de Luyanó, Santo Suárez y el Chibás, pero bajo fundamentos casi similares: supervivencia.

En una bodega del Vedado, este lunes 28 de enero se emprendió la venta liberada de huevos, un producto que se ha sumado a la inmensa lista de «los desaparecidos». Mientras en el Este de la capital la multitud se batía entre escombros, otra multitud (a escala mucho más pequeña), también de alguna manera libraba una batalla. Así se narran historias casi en paralelo, gracias a la llegada del tan esperado internet por datos móviles.

A lo que el gobierno ha temido y teme: internet, y por lo cual se hizo tan estirado y todavía no asequible del todo, está hoy en las manos de un gran número de ciudadanos; ahora cuentan con herramientas para contar su realidad, sin filtros y etiquetas oficialistas.

De estas escenas paralelas, ambas tristes, los más privilegiados resultaron ser quienes tomaron sus bolsas y salieron con la esperanza de poder alcanzar el alimento que viene escaseando desde el año pasado. Huevo por la libre, y no importa cuan larga sea la fila, el tema es «resolver». Los protagonistas del otro extremo perdieron bienes materiales, algunos hasta su hogar, una parte vela por los que resultaron lesionados, además del dolor por las tres vidas que encarnan la estadística de las víctimas fatales. Ese universo, esta mañana, en lo último que pensó fue en un huevo.

Paro en esta cola del huevo el tema reinante fue la penuria (agravada) que trajo el fenómeno de anoche. A sólo kilómetros de esa bodega del Vedado se destapó un volcán en erupción, literalmente un remolino que llegó sin avisar e hizo daño sobre lo dañado. Tal vez los que tuvieron tiempo esta mañana para centrar sus labores en «luchar» un alimento, se sientan en el fondo hasta aliviados porque a ellos no les tocó el sacudión de la tormenta. Es cierto, contra la naturaleza nadie puede, fue un suceso que llegó repentinamente, pero ¿por qué toda una ciudad amanece debatida entre «conseguir alimentos» y «recoger escombros» sobre lo que ya era escombro?¿También será culpa de la «naturaleza» y del cambio climático?.

Aquí hay historias con más fuerza que otras, pero fue el mismo despertar gris para todos. Y así lo viene siendo desde hace mucho.