Tragedia familiar en Sancti Spíritus: niño muere tras ingerir medicamentos accidentalmente

Padre del niño en el funeral. (Foto: Yureibys Torresilla – Facebook)

Una gran tragedia sufre una familia en la provincia de Sancti Spíritus, pues un niño, que aún no cumplía tres años de edad, falleció el pasado 10 de marzo tras ingerir accidentalmente un grupo de fármacos no recetados para él.

Según varios relatos en Facebook, la hermana pequeña del niño fallecido le dio a tomar pastillas para el corazón y ese acto de inocencia infantil, sin supervisión de un adulto, llevó a la muerte del menor de edad.

Una internauta afirmó que “la hermanita le dio unas pastillas para el corazón y no resistió. La niña tiene unos cinco años, y él iba a cumplir tres el 12 de marzo”.

“Acá con dolor inmenso. Este ramo de flores a nombre del grupo. Quiero aclarar públicamente acá todo es dolor de vecinos y conocidos. Nosotros en representación del grupo llegamos para sumarnos al pésame a la familia”, explicó la ciudadana Yanalli González Domínguez en el grupo de Facebook Aquí con el Héroe.

Una vez que el medicamento se ingiere, este es absorbido por el tracto gastrointestinal y entra al torrente sanguíneo. Los niños tienen un metabolismo más rápido que los adultos, lo que puede acelerar la absorción y distribución de la droga en el cuerpo, alcanzando rápidamente concentraciones tóxicas.

Los medicamentos cardíacos están diseñados para afectar el funcionamiento del corazón, regulando la frecuencia y la fuerza cardíaca, la presión arterial y la circulación sanguínea. Cuando un niño ingiere estos medicamentos, pueden causar alteraciones graves en estos parámetros vitales. Por ejemplo, podrían provocar una disminución crítica de la frecuencia cardíaca o una reducción significativa en la presión arterial, llevando a una perfusión inadecuada de órganos vitales.

El cuerpo del niño intentará compensar los efectos del medicamento, pero la sobredosis puede superar la capacidad de compensación, resultando en un colapso cardiovascular. Además, la toxicidad puede afectar a otros sistemas orgánicos, exacerbando el cuadro clínico.

La disfunción cardiovascular severa puede llevar a un shock, fallo multiorgánico y, finalmente, a la muerte si no se proporciona tratamiento médico de emergencia de manera inmediata. La rapidez con la que se administre el antídoto específico, si lo hay, junto con medidas de soporte vital, es crucial para determinar el desenlace.