MUNDO
Tras ser abandonada, una familia cubana es rescatada en la selva del Darién
Miles de migrantes arriesgan su vida cruzando esta zona conocida como el “Paso de la Muerte”
Hambriento, deshidratados y sin dinero fueron encontrados por la Policía Nacional de Colombia la pareja de cubanos Yanitza Estrada y Yan Guzmán Díaz, junto con su pequeño hijo, en las playas de cabo Tiburón, situadas en el Tapón del Darién, una zona inhóspita y de alto grado de inseguridad.
Los elementos hacían un operativo rutinario por la zona, cercana a la frontera con Panamá, cuando escucharon los gritos de auxilio de los caribeños, quienes detallaron en un interrogatorio que los “coyotes” además de abandonarlos, les dañaron el celular y los dejaron sin comida y agua.
La familia de emigrantes cubanos recibió atención médica en la estación de Policía de Acandí, para luego ser trasladados a la Oficina de Migración de Colombia en la localidad de Turbo, donde se firmó su deportación voluntaria.
Quienes se adentran al Tapón del Darién corren el peligro de ser atacados por plagas de animales o contagiarse de alguna enfermedad tropical. A esto se le suma el riesgo de morir ejecutado o en un cruce de balas a causa de la disputa bélica que tienen en la zona guerrilleros, paramilitares y narcotraficantes.
Se puede decir que los Estrada Guzmán corrieron con suerte, porque pudieron pasar el mismo destino que tuvieron un hombre de nacionalidad cubana y su pequeño hijo que fueron encontrado muertos hace 18 meses en Playa Cascajal, Panamá, y hoy se encuentran enterrados en una tumba sin nombre en Puerto Obaldía.
El coronel de la Armada de Colombia Alex Eduardo Ramírez Ramos, comandante de la Fuerza de Tarea Contra el Narcotráfico Nº 73, con jurisdicción en el mar Caribe y la frontera con Panamá, asegura que en el territorio del Tapón, denominado el “Paso de la Muerte”, los migrantes irregulares más débiles son los que más sufren y tienen muchas posibilidades de morir.
Otro ejemplo de lo anterior, es la historia de dos migrantes cubanos que en mayo de este año fueron testigos de cómo un “coyote” abandonó a cuatro menores de edad angoleños y sus madres, quienes no pudieron salir nunca de la selva.
Los elementos de seguridad que vigilan la zona comentan que pese a historias como las mencionadas, siguen siendo miles los emigrantes que confían la vida a traficantes de personas para cruzar el Tapón del Darién.
Con Información de Cubanos por el Mundo
