El turismo en Cuba se beneficia de los productos de las cooperativas agrícolas

Con vistas a potenciar el turismo, una de las decisiones que tomó el gobierno cubano para garantizar los suministros a las instalaciones hoteleras y disminuir los niveles de importación, fue que los campesinos organizados en cooperativas agrícolas, pudieran vender de manera directa sus productos a este sector.

Igualmente, esta decisión fue tomada, dada la ineficiencia mostrada por el sector estatal para garantizar dichos suministros.

En los temas contables, también se autorizó esta compra venta no solo en moneda nacional, sino también en el CUC, lo cual ha servido de estímulo a los trabajadores del sector agrícola.

Según reflejaron los medios oficialistas, durante una reunión nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), se dio a conocer que como resultado de esta política, las cooperativas agrícolas tributaron al turismo 8 300 toneladas de productos, 1 862 más respecto a 2015.

Se informó que hay 337 cooperativas que ya tienen contratos con 585 instalaciones de ese sector, y trascendió que se seguirá ampliando la experiencia.

A dicha reunión asistió el vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, el cual dijo “ya estamos cosechando el cambio de estructura, el papel de la organización de base que atiende a la masa campesina para que funciones bien la unidad productiva”.

Hay que agregar que el sector turismo continúa importando productos,–según datos de la ONE– que pudieran producirse en Cuba, claro, si los esquemas económicos y de autonomía al sector privado agrícola fueran más amplios, algo que puede seguir avanzando—ante la crisis financiera del país—si las autoridades del país finalmente dan el lugar que le corresponde a las medianas y pequeñas empresas privadas y dejan a un lado el excesivo control y centralización de la gestión económica.