Ulises Toirac es atacado por las ciberclarias del régimen cubano

Estas mismas instantáneas habían sido publicadas por el propio “Matute”, en su muro de Facebook en el año 2020. (Foto: Ulises Toirac-Facebook)

El humorista cubano Ulises Toirac, uno de los artistas más críticos de la dictadura castrista, fue atacado por troles de la Seguridad del Estado tras exponer su punto de vista sobre las malas decisiones del régimen.

El actor aclaró que sus opiniones no tienen como intención pertenecer a un bando u otro en las redes sociales, sino que expone la realidad por la que atraviesa la Isla actualmente.

Según refiere Toirac, dos troles pertenecientes al régimen, publicaron este jueves 15 de septiembre, unas imágenes que calificaron de “inéditas”, para hacer ver lo mal agradecido que es el humorista con “la revolución”.

Se trata de un tratamiento médico al que fue sometido “Chivichana”, y donde las ciberclarias le sacaron en cara “las gratuidades del sistema de salud del régimen”, mientras que él mantiene una postura crítica ante la realidad de la isla.

Registrados en Facebook como “Legionario Cubano Siempre” y “Borge Alex”, los troles lanzaron comentarios contra el cómico con la intensión de humillarlo y desacreditarlo ante su público.

En la publicación se puede leer como uno comentaba: “Amigos cercanos nos enviaron fotos de Ulises Toirac (Chivichana) demostrando cuánto debe agradecerle a la Revolución. Se ve en las imágenes con un importante tratamiento médico y gratuito en Cuba, después del intercambio de experiencias con Ota Ola (la garrapata de potrero)”.

El mensaje terminaba agregando, “Repaso para los mal agradecidos y mercenarios. ‘Con la verdad somos más fuertes’”.

Con un lamentable seudónimo como “El domador de gusis”, saldría un segundo trol, el cual escribió en Facebook:

“Me hace falta que me enseñes después la factura de la atención médica, es solo para mostrárselo a Alain Paparazzi Cubano, a Ultrack Live, a Mario J. Pentón, a Alexander Otaola y a mi queridísimo inflador Yotuel”.

Pero esto no lo dejó a gusto y agregó: “De veras que hay que tener la cara durísima para decir las payasadas que tú dices y después salir en las redes atendiéndote de manera gratuita en un hospital de la dictadura. Tú lo que eres es otro payasón más”, fueron las palabras cargadas de falta de respeto para uno de los artistas más admirados de Cuba.

Ante este ataque tan infantil e inmaduro, Toirac solo se limitó a responder: “¿Inéditas? Buaaaajajajajajajajaja. Otra vez la Legionaria y sus Muchachitas”.

Y es que, estas mismas instantáneas habían sido publicadas por el propio “Matute”, en su muro de Facebook en el año 2020, junto a un texto en el que, además de describir el procedimiento médico a que fue sometido para tratar sus hernias discales, agradeció enfáticamente al personal que lo atendió.

Uno de los que sí respondió a las publicaciones hechas por los troles, fue el cantante Yotuel Romero, quien aseguró que “¡Hay salud pública en todas las ciudades que viví! #madrid #paris #buenosaires y me atendieron sin pagar un peso. Además, también me dieron muchos abrazos. Esta foto no dice nada especial #patriayvida. La verdad os hará libres”.

Por su parte, la periodista independiente, Anay Remón, comentó en apoyo del humorista: “En primer lugar, no hay nada que agradecer. En segundo lugar, Ulises Toirac jamás se ha referido de manera irrespetuosa a los médicos cubanos. Tercero: los servicios de salud en Cuba han declinado aceleradamente en los últimos años, incluso antes de la pandemia. Lo que hoy se ve en los hospitales cubanos da pena y pavor”.

Mientras, una cubana identificada como Yanilys Sariego, les respondió a los agresores, “Ustedes son continuidad de la degradación robo-ilusionaria. Los únicos que agradecen lo que por derecho les pertenece, son los esclavos”.

Resulta lamentable que, tras más de seis décadas, el régimen cubano aún se valga de estrategias tan bajas para atacar y desacreditar a quienes piensan diferente y tienen el valor de expresarlo. Como diría uno de los personajes más icónicos de Toirac, «¡Le zumba el mango!».