Vecinos del Vedado habanero alarmados por amenaza del caracol gigante africano

Lissachatina fulica es una especie de caracol comúnmente conocida como caracol gigante africano. (Captura de pantalla © TvAgro – YouTube)

Hubo un tiempo en el que, desde todos los medios de prensa en Cuba, las autoridades sanitarias insistían en el tema del caracol gigante africano hasta el cansancio, pero ahora mismo -no sabemos si a causa de la pandemia del coronavirus o debido a otro motivo- ya no se acuerdan de esta especie que, como hemos podido notar, se está expandiendo.

Varios son los reportes desde el capitalino municipio de Plaza de la Revolución, en los que se han visto a estos animales en diferentes zonas.

En las céntricas intersecciones de las calles 21 y F, “ya forman parte del hábitat vedadense, muy pronto convertido en selva amazónica”, denuncia una persona desde la red social Facebook.

Muy cerca de Tulipán y Boyeros, en una zona de vegetación frente a una de las avenidas más transitadas de la capital, hay varios de estos moluscos, algunos ocultos entre las plantas mientras otros van de un lado a otro por el medio de aceras y calles.

No muy lejos de esta área, en los alrededores del Zoológico de 26, también fue visto recientemente y no solo por una persona. Más de tres internautas se han referido a la existencia de estas especies invasoras en ese lugar.

Un usuario se lamenta, pues “desde que el país está inmerso en la batalla contra la Covid-19, las autoridades se olvidaron de este animal que está proliferando como plaga y que también mata. Ya hasta los spots televisivos desaparecieron”.

Por otra parte, también se han reportado casos de afectaciones a otros animales. “Este gatito se puso a jugar con un caracol africano y dos días después empezó a presentar convulsiones y parálisis por meningitis”.

Esta plaga causa enfermedades a aquellos con los que tiene contacto directo.

Mientras, se advierte que, en caso de hallar algún ejemplar de esta especie tóxica invasora, lo mejor es no tener contacto con los mismos, ni con su baba, y acudir a las autoridades sanitarias correspondientes de la región, como son las oficinas de Sanidad Vegetal o los Centros de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

Esta especie es peligrosa tanto para la salud humana (hospedero de larvas de Angiostrongylus cantonensis, parásito pulmonar de las ratas que puede provocar meningoencefalitis eosinofílica) como para los cultivos y la agricultura, lo que se traduce en afectaciones económicas.

El 2014 fue el año en que se detectó, por primera vez, en el reparto Poey, perteneciente al municipio habanero de Arroyo Naranjo, una especie identificada como caracol gigante africano (Lisachatina fulica Bowdich). Según se explicó, fue introducida en el país con fines religiosos.

En ese entonces, se hacía un llamado a la rápida actuación para evitar la propagación, debido a sus elevadas tasas de reproducción y lo beneficioso que es para esto último el clima de la isla.

En la actualidad, se encuentra presente en 13 de las 15 provincias del país, según reporta la agencia IPS, y todo parece indicar que desde el pasado año ha habido rebrotes en determinadas áreas en las que no se han podido eliminar.