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Periódico Cubano

Yomil y el Dany: Más pa’lante vive gente

FARÁNDULA

Yomil y el Dany: Más pa’lante vive gente

Fuera máscaras intelectuales, Yomil y el Dany son un fenómeno contemporáneo de la música popular en Cuba.

Yomil Hidalgo y Daniel Muñoz son dos “chamacos tranquilos” (sic) que escriben con la mano izquierda. Nacieron en Cayo Hueso, con un par de cuadras de diferencia. El Dany primero, en 1989; Yomil tres años después. Se criaron jugando pelota juntos y cantando por separado. Desde que se unieron por primera vez hasta hoy han pasado diez años, desde que reventaron las listas de reproducción han pasado solo dos y medio. Fue entonces que perdieron el apellido.

Trabajan sin parar porque este es el momento de hacerlo, ya habrá tiempo para descansar cuando sean viejos. Ahora van al estudio todos los días, y todos los días sacan canciones nuevas, así no se quedan cortos a la hora de escoger lo que va a cada disco. Los backgrounds siempre salen primero, y después los coros, y a veces de un coro salen hasta cinco canciones. Han grabado seis discos entre 2015 y 2017.

Hablar con ellos es un buen aterrizaje a esa parte de la cultura popular que a veces se mira desde lejos, con la hipocresía que no pocas veces supone, porque cuando hay que bailar no andamos buscando en las colecciones de jazz, trova, filin o rock.

Fuera máscaras intelectuales, Yomil y el Dany son un fenómeno contemporáneo de la música popular en Cuba, y son imparables porque el reguetón lo es. Una parte nuestra castiga al género por la desestimulación intelectual que implica, y otra anda repitiendo “jala jala” con ganas de no pensar. La contradicción se convirtió en urgencia por comprender lo que hay detrás de esta gente que anda moviendo a Cuba sin que cierta Cuba se entere.

¿Cómo empezaron en la música?

Empezamos en el barrio, sin recursos, sin ayuda. En ese tiempo las casas de cultura aún funcionaban bien y nos metíamos en las peñas que se hacían en lugares que hoy están cerrados. Pero en ese tiempo servían de mucho apoyo para las personas nuevas que no tenían donde presentarse y tenían ganas de mostrar su talento. Como todo era gratis te iba a ver el público de las escuelas y eso daba la oportunidad de poner tu música y tus inquietudes. Así la gente veía cómo iba tu desarrollo poco a poco. De ahí venimos, fueron unos pasos mágicos y creo que esa es toda la esencia de que hoy por hoy estemos cantando juntos. Aunque en aquel momento, hace diez años ya, teníamos nuestros proyectos individuales, muy de aficionados.

¿Cuándo se unieron por primera vez?

Todo empezó con el grupo DpuntoD, eso fue… todo, tú sabe. Lo más lindo de ese proyecto fue que partimos de cero, no teníamos ningunas condiciones monetarias, estábamos en el barrio pasando las necesidades de cuando uno comienza. No teníamos ni qué ponernos. Entre los dos nos intercambiábamos tres muditas de ropa para no repetir.

La primera vez que nos presentamos fue en un top ten que hizo Fiesta Havana en el Jhonny. No llevábamos ni una semana cantando juntos. Allí estaban todos los artistas y eso fue un impacto, tú sabe, salir de la nada y de pronto incorporarte a un nivel de farándula que ya estaba bien avanzado, y además tener que cantar.

Yomil, ¿qué pasó ese día en el escenario?

¡Ya tú sabe…! Fui para el escenario, me subí el pullover y empecé a dar cintura. Cuando terminamos la presentación, el Dany me cogió y me dijo: “¡Más nunca en la vida te subas el pullover y hagas eso!”.

Pero bueno, después todos los artistas que estaban presentes nos felicitaron por la energía que teníamos y por el trabajo. Eso fueron cosas que nos ayudaron y nos dieron fuerza para seguir luchando.

¿Fue más fácil a partir de ahí?

No. A veces salíamos solamente con los 40 kilos de la guagua, otras ni eso, para poder ir todos los días a las discotecas que estaban funcionando y ver si nos dejaban cantar una o dos canciones. Hasta tres horas esperábamos afuera del Jhonny para entrar sin saber si nos dejarían cantar. Igual con esas cosas fuimos cogiendo mucha vista, esa “mañana”, como se dice, ese fogueo en el escenario.

El encuentro con el público es muy importante. Nosotros habíamos salido ya de lo que era el barrio para irnos a otro tipo de lugares y entonces también teníamos que aprender a lidiar con ese público si queríamos llegarle. Es la típica frase “más pa’lante vive gente”, tú sabe. Al principio eran estudiantes, y ya cuando fuimos a conocer estos otros sitios nos impresionó porque eso sí era la caliente de verdad.

Pero sabíamos que sería muy difícil pegar un tema nosotros solos. En esos tiempos era mucho dinero y no teníamos ni este peso, talento era lo único que teníamos, y las ganas de luchar por un sueño. Entonces decidimos trabajar con los propios artistas que pegaban en esos top ten. Así fue que hicimos un disco de featuring con todos los artistas: Insurrecto, Yulién, Chacal, El Príncipe, Magnífico, La Fresk, Damián. Los Fenómenos Musicales funcionó y por eso grabamos otro álbum, El Veneno, que también pegó canciones. En ese hicimos más cosas solos, y todos los backgrounds y las letras eran nuestras.

Entonces se separaron y años más tarde volvieron a unirse…

Llegó un momento en el que debido a nuestra situación monetaria y a que no teníamos papeles de ninguna empresa, nos quedamos sin lugares en los que presentarnos porque siempre pedían los papeles. No veíamos un futuro juntos porque todo era una traba. Lloramos muchas veces por tener ofertas de trabajo por separado y no aceptarlas por intentar seguir juntos, luchando brother. Entonces todas esas cosas conllevaron a tener distintos tipos de indiferencias en nuestra vida y decidimos coger caminos diferentes. Eso fue hace seis años. Así empezamos uno con Los Cuatro y el otro con Jacob Forever.

Al cabo de los tres años no nos hablábamos aunque seguíamos en el mismo barrio. Hasta que un día, en un concierto de Jacob, nos dimos la mano, nos abrazamos y cantamos juntos. Poco a poco empezamos a llevarnos, a vernos de nuevo en la cuadra, a jugar dominó, hasta que decidimos grabar una canción que al final no se logró. Pero cuando tuvimos tiempo para terminar el tema, lo que salió fue esa canción mágica, la mamá de todas las canciones de nosotros: “Tengo”. Esa fue la primera, fue el invento, fue la creación del ritmo de Yomil y el Dany: el trapton.

Nosotros todavía estábamos en diferentes agrupaciones pero el impacto de “Tengo” fue tan grande que otros grupitos empezaron a hacer lo mismo. Ahí fue cuando decidimos que lo que habíamos creado teníamos que defenderlo, no se podía morir, eran días de todo o nada. Era arriesgarnos de nuevo, empezar de cero, y lo hicimos. Estamos hablando de hace dos años y medio. Así surgió Yomil y el Dany.

¿Cuál fue la historia del CD Doping?

Ese fue el primero de esa nueva etapa. Lo hicimos todo en una semana. Teníamos tanto material, tantas ganas de soltar lo que habíamos creado que hicimos como una monta de campaña en el estudio y terminamos la sesión de fotos, la entrevista con Vistar, el video de “Como te descargo” y los nueve temas en siete días, sin saber si funcionaría. Era muy experimental, muy difícil hacer canciones que fueran totalmente diferentes en el sentido de la musicalidad y las armonías.

Y esa misma semana lo pusimos en el paquete, todo junto en una carpeta, el disco, las fotos, el video, todo. Salió el lunes y el miércoles fue nuestro primer concierto en Cienfuegos. Cuando llegamos ahí ya había una revolución. Tres días y ya todos se sabían las canciones nuestras. Nosotros no entendíamos. Eso para que tú veas también como ha funcionado el paquete.

¿Cuál es el principal canal de distribución de Yomil y el Dany?

Hay dos factores muy importantes que le funcionan a los artistas cubanos en estos tiempos: las redes sociales y el paquete, que es para donde va cada canción que sacamos. Nosotros no tenemos otro medio de difusión que no sean esos. Lo que más nos ha funcionado es la organización que tenemos en ellos. A través de nuestras páginas oficiales hemos lanzados tres discos, Sobredosis, M.U.G y
Ambidiestros que están todas las tiendas digitales, y se han posicionado en el Top Latin Album Chart a nivel mundial. Sobredosis y M.U.G salieron número 1, y número 6 en los Billboard. Y Ambidiestro debutó número 2, por encima nada más estaba Shakira.

Es algo increíble eso de que un grupo cubano, desde Cuba, sin poder salir ni tener un featuring con alguien internacional, colocara discos de número 1 y fuera nominado a los Billboards. ¿Cómo llegamos ahí? Ni nosotros mismos sabíamos. Todo ha sido por la demanda que hemos tenido en las tiendas digitales, y los seguidores que son un factor muy muy importante.

¿Por qué no se ve a Yomil y el Dany en los medios cubanos?

Eso es una historia complicada. Nosotros ya pertenecemos a la Empresa “Ignacio Piñeiro”. Tuvieron que darnos los papeles por la popularidad que teníamos. Ahora, que te den la empresa es como que te den los zapatos para caminar pero que no puedas caminar. Entonces, preferimos caminar a veces descalzos. Cada vez que nos reunimos con alguien le hacemos las mismas preguntas: ¿por qué?, ¿qué estamos haciendo nosotros? Mucha gente se sienta a ver todos los videos que ponen en Lucas, por ejemplo, y después te sientas en el paquete y ves los videos de Yomil y el Dany y te preguntas por qué estos videos no los ponen por la televisión también.

Somos un fenómeno en la isla, ahora mismo el grupo más popular de Cuba, y no dicho por nosotros. Entonces, por qué se nos dio la empresa y no se nos ha presentado en 23 y M, o en Talla Joven, o en Conexión, si no decimos malas palabras, no estamos en contra de la mujer, apoyamos a los jóvenes.

Incluso tenemos muchos amigos en el ICRT y no pueden invitarnos a los programas. ¿Tú no crees que esta misma entrevista quisieran hacerla mucha gente de los medios cubanos? Si vamos a la televisión vamos a hablar del tema que estamos cantando, a promocionar nuestro disco, a dar un show que es lo que quieren ver los cubanos. No vamos a hablar de política ni de nada social porque no nos interesa. Nadie puede hacernos una pregunta de política porque no somos políticos, ¡vayan y pregúntenle a un político! Nosotros nos hemos roto el lomo para estar donde estamos, y estamos aquí porque cantamos, por más na. Todo el mundo defiende sus ideales, el ideal de nosotros es defender nuestra música.

¿Qué sucedió en el featuring con Amaury Pérez?

Mira, hace un tiempo estábamos en el estudio trabajando y Amaury nos llama para grabar una canción en un disco que estaba haciendo en homenaje a su esposa. Música de él, letra de él. Nosotros no pusimos nada. Y cuando Amaury fue a presentar su disco le dijeron que todo estaba muy lindo pero que si no quitaba la canción con Yomil y el Dany no salía el disco. Es para que veas que ya no es la letra, ni la música, es Yomil y el Dany.

Con Elito Revé nos pasó igual. Tuvimos una canción que estuvo hasta en el número uno de Lucas y cuando llegó el día de los premios le dijeron a Elito que no podía cantarla con nosotros.

Entonces, ¿están censurados o no?

¡Ja! ¡¿Cómo vamos a estar censurados si nos nominan a los Lucas, al Cubadisco y tenemos empresa?! Ahora mismo está el video de “Amanece” con dos nominaciones en Lucas, que está muy bien hecho, muy organizado, y el tema es precioso, pero nunca lo han puesto en televisión. Es algo loco. Lo nominan porque el video tiene un director que es uno de los grandes realizadores que tiene este país, Joseph Ros, y también se ha quejado porque no entiende. Lo hacen como para que uno se esté tranquilo.

Cuando decimos que estamos censurados nos dicen que no, pero es que sí estamos censurados. Hasta nos suspenden los conciertos y nadie se entera. Eso nada más lo sabemos nosotros que hemos tenido que tragarnos este trago amargo todo este tiempo, y sin decir absolutamente nada. Quizás si hubiésemos salido a decir un par de verdades hubiera sido hasta peor… o no, uno nunca sabe.

La gente pregunta por nosotros y nadie sabe nada, y es justo que sepan lo que sucede detrás de Yomil y el Dany. Va y es un problema interno de las instituciones, en eso no nos metemos, pero si es así que lo digan para no tocar más puertas y no molestar a más nadie.

Mencionaron los conciertos. ¿Cuántos les han suspendido?

Más de 15 en los últimos dos años, el mismo día del concierto. Hasta en el Capri ha pasado y con mesas reservadas desde fuera de Cuba. Mira, nosotros tenemos un manager, a él lo llaman de cualquier lugar del Estado porque están interesados en que cantemos ahí, se piden todos los permisos una semana antes y Cultura de ese municipio los aprueba. Entonces es que nosotros organizamos y pagamos toda la producción de ese concierto que una institución quiere que demos, no lo gasta la empresa sino nosotros: promoción, transportación, audio, hospedaje, alimentación y seguridad para nuestro equipo de trabajo de 25 personas. Después de todo eso, el mismo día del concierto, dos o tres horas antes, con todo listo, nos llaman para decirnos que se suspendió, sin ningún tipo de explicación.

Y nos preguntamos: ¿quién se para en ese lugar lleno de gente y le explica al pueblo, que es el más afectado? A nosotros también nos perjudica porque perdemos credibilidad. Nos ha pasado que volvemos a uno de esos sitios donde nos han suspendido presentaciones y la convocatoria no es la misma porque la gente no cree que vayamos a ir.

La última fue que íbamos a presentarnos en el Guanímar y cuando se enteraron la gente de Cultura o del gobierno, no sé, dijeron que no podíamos tocar por la alta convocatoria que tenemos. A ver, ¿alguien puede entender eso? Si lo primero que te dicen en la empresa es que la cuestión con los artistas es de oferta y demanda. Ahora resulta que no podemos hacer conciertos porque estamos pegaos.

¿Han tenido alguna respuesta de las instituciones?

Hemos tenido conversaciones con el presidente del Instituto Cubano de la Música, con la directora de nuestra propia empresa, hemos ido miles de veces al Ministerio de Cultura a que nos concedan una entrevista con el Ministro para que alguien nos dé la cara con una explicación válida, lógica.

Incluso, supón que sea una política general con la música urbana, pero si es general tiene que ser parejo para todo el mundo porque en los Lucas y en la televisión ponen a muchos artistas de música urbana. A veces creemos que es una persona que está sentada en un buró y no sabe nada, ni ve el paquete, cuando tiene que estar arriba de todo eso porque es quien decide en lo que es la música y tiene que saber lo que está funcionando y cómo se mueve este mundo. Quizás eso mismo pasó cuando la trova fue censurada, o el rock, o el hip-hop.

Hay algo muy importante también, muchas veces el gobierno quiere dar un mensaje dirigido a la juventud, que por cosas de generación no todos escuchan a músicos consagrados, y sí nos siguen a nosotros o a otros artistas del género, pero si las instituciones no nos dan el tratamiento adecuado ¿cómo van a hacer eso? Entonces, los culpables de que el reguetón esté tan regado son ellos mismos, porque no se han sentado a hablar con todos los reguetoneros para que cumplan determinados parámetros.

¿Por qué hacen la música que hacen?

Eso es una cosa de barrio, de crianza. Nosotros hacemos música popular, y hace mucho tiempo la música popular cubana es el reguetón. En algún momento fue la salsa, después la timba, ahora es esta. El mismo término lo dice todo, y el artista se hace popular porque tiene mucha demanda, y la música que más demanda tiene ahora mismo en Cuba es el reguetón, la música urbana. Y no solamente en Cuba. Mira el mercado internacional, mira a los latinos. Los cantantes de pop, de música romántica, el mismo Chayanne o Luis Fonsi, están cantando reguetón porque los artistas tienen que estar con lo que está sucediendo en el mercado, que se basa en la demanda. Quizás ellos quisieran cantar sus canciones románticas, pero no les va a funcionar como antes, tú sabe.

Y hay algo más, las raíces de nosotros los cubanos no se pueden perder, pero una cosa es que tú quieras mantener la tradición del danzón, el son, la guaracha, la rumba, y otra que nos pidas hacer esa música. La música es como la moda, y uno tiene que ir con la moda. Además tenemos que comer, y para comer hay que estar en la popularidad y para eso tenemos que hacer lo que le gusta a esta generación. Igual la tradición está ahí, eso no lo va a quitar nadie, es como los símbolos patrios. Y cuando la música es buena sigue siendo popular, mira Van Van o Habana D’ Primera.

Lo que hacemos es para el pueblo, para que vayan a los conciertos, disfruten, se tomen una cerveza y se olviden de los problemas que tienen en su vida. Es para que se levanten al día siguiente, se monten en la guagua para ir al trabajo y digan: “Oye pero como gocé ayer”. Nosotros estamos en la mejor disposición de ayudar al pueblo con nuestro arte, que es la única arma que tenemos. No somos otra cosa que no sea cantantes.

¿Qué pasa con las letras de sus canciones?

Brother, nosotros estamos en contra de todas esas canciones con malas letras. ¿Tú sabes por qué no hacemos ese tipo de temas, ni los haremos? Porque nuestra música llega a un público tan amplio, que no es solamente al que le gusta la timba o el reguetón sino al que oye trova, electrónica, salsa, rock, tú sabe. Además ¡esas canciones las cantan los niños!

Y sí, hablamos alto y quizás decimos malas palabras en la casa porque somos de barrio y eso casi nace con uno, pero más pa’lante vive gente. Ya cuando te abres al mundo y empiezas a conocer otras culturas, hay personas cultas que no asimilan eso. Entonces nos daría pena estar en una casa donde haya alguien con una cultura diferente a la de nosotros y pongan una canción nuestra diciendo malas palabras, ¿qué van a pensar? Lo que ha pasado es que han generalizado el reguetón cubano con todo lo que está alrededor.

Ahora por ejemplo viene el movimiento de música trap, y como no hay trap cubano se está consumiendo lo que llega de Puerto Rico que no tiene censura y es imparable. Oye, nunca habíamos escuchado canciones con tantas malas palabras como lo que está sucediendo ahora. Y créeme, Bad Bunny lo que dice es bobería en comparación con otros que lo que hablan es de sexo puro y duro. Lo mismo pasa con estos grupos de aficionados, incluso cubanos, que sacan un video cantando malas palabras pero a la juventud le gustó, se pegó y la ponen en en todas partes. ¿Qué culpa tenemos nosotros de eso? Nosotros no hacemos eso, somos chamacos tranquilos, lo único que hacemos es trabajar, pero nos meten en el mismo saco. Oye, eso es una idea políticamente incorrecta, como se dice por ahí.

¿El estilo de vida que propone el género influye en todo esto que les sucede?

Mira los videos internacionales, eso es lo que sale, lo que vende. Creemos que no tiene nada que ver tu nivel de vida, o tus joyas o tu forma de cantar y proyectarte, con tu música y con la letra. Hay gente que usa traje y otra que usa pullover. No se puede denigrar a una u otra por cómo se viste. Como salimos mostrando este reloj, este anillo, esta cadena, nuestros lujos, dicen que uno perdió la humildad, y nadie puede decir eso por lo que usamos. ¿Por qué, para demostrar humildad, tenemos que seguir con la casa rota, vivir en el mismo lugar o andar con la misma facha de antes? ¡No! Lo hacemos de otra forma. Ve al barrio y pregunta por nosotros, por nuestro vínculo, pregunta si hemos cambiado, si dejamos de ser las personas que siempre fuimos.

Además, esto que mostramos nunca lo tuvimos. Apenas teníamos unos tenis de esos de 200 pesos de la feria. A veces nos daba pena salir porque usábamos lo mismo para jugar, para la escuela, para ir a Coppelia. Ahora, gracias a nuestro trabajo, al esfuerzo, al sacrificio, lo podemos tener. Este es el premio que podemos mostrarle a nuestros seguidores, y es el más importante.

¿Reciben algún financiamiento extranjero?

No, no, no. Todo eso que hablamos de Billboards, lanzamientos de discos y videoclips ha sido completamente independiente. Incluso cuando hemos tenido a alguien interesado en financiarnos videos, ha sido Havana Club, Bucanero y ese tipo de empresas cubanas, nada extranjero, y aún así nuestra empresa no ha autorizado ese financiamiento.

Nuestros videos cuestan entre 7 mil y 10 mil CUC, y todo eso lo pagamos nosotros con lo que entra del canal de YouTube. Nos hacemos el harakiri e invertimos el dinero para seguir, pero es nuestro. Los únicos artistas cubanos que han llegado donde han llegado completamente independiente, sin firmar con nadie, somos nosotros. Esa es nuestra esencia. Hemos tenido incluso ofertas millonarias de Sony y Universal, pero nunca hemos vendido nuestro trabajo, ni una sola frase.

Por eso sacamos tantos discos, tenemos tantos videos y cantamos donde queramos o nos dejen. Todo el marketing es nuestro. Mucho sudor y mucho esfuerzo ha costado, y es por eso que hoy por hoy nos sentimos más contentos con todos los resultados. Nadie nos ha regalado nada. Nadie nos ha puesto el éxito en una bandejita de plata. Ese es nuestro legado, de eso vivirán nuestros hijos. Y si no firmamos antes, menos lo haremos ahora. Ninguna disquera puede venir a invertir en nosotros si el trabajo más difícil ya lo hicimos: ya estamos pegaos.

¿Qué les pareció Miami?

Miami es el canal para llegar a algo internacional. Es lo que no tiene Cuba, y no estamos hablando de las cosas materiales o políticas porque no vienen al tema, tú sabe. Miami tiene los lugares, los medios de difusión. Si quieres ir a tocar al American Airline Arena, ve, paga la renta del lugar y toca. No te dicen que no puedes tocar, tienes la libertad de poder mostrarle tu música al mundo. Eso es lo que pasa con Miami y es el provecho que le sacamos. Tenemos una lindísima experiencia de esta primera vez.

Se habló mucho de los precios del concierto en Miami, que oscilaron entre 89 y 900 dólares…

Nunca estuvimos de acuerdo con esos precios. El concierto se organizó con muy poco tiempo de antelación. Nosotros llegamos doce días antes y estando en el hotel una amiga nos dice: “llevo dos años esperando por esto pero no puedo ir porque mira los precios”. Entonces pedimos una reunión con los organizadores para que bajaran los precios porque al final los afectados somos nosotros que no tuvimos nada que ver con eso. Incluso había mucha gente que no tenía los 89 dólares que costaba el asiento más lejos del escenario. Oye, muchas personas están luchando allá afuera y 89 dólares son 89 dólares donde tú lo pongas.

Igual cuando las entradas salieron en Ticketmaster, en 4 horas rompimos el récord de Celine Dion de más entradas vendidas en menos tiempo en esta ciudad. Pero todas las culpas nos las echaron a nosotros que fuimos simplemente a cantar, cuando ellos eran los que se encargaban de todo.

¿Y estando en Estados Unidos surgió la idea del concierto de recaudación para los damnificados del Irma?

Vimos que muchos de los que están del lado de allá empezaron a cuestionarnos por las redes sociales por no ayudar a los damnificados del huracán. Gente que no conoce todos los problemas de los que hemos hablado. Expusimos nuestro punto de vista y dijimos que contaran con nosotros para lo que fuera, y que todo dependía de lo que nos dejaran hacer en Cuba. Incluso especularon que habíamos hablado del 25 de noviembre como fecha para el concierto, pero nunca fue así.

Ahora fue que oficialmente mandamos la carta para que nos autoricen a dar un concierto benéfico y donar la recaudación de las entradas al pueblo. Solamente queremos el permiso para organizarlo en la Ciudad Deportiva o en el estadio universitario, y que nos apoyen con el transporte y la seguridad. Nosotros corremos con todos los gastos de producción. Tampoco queremos un centavo de lo que se recaude, eso que lo manejen las instituciones. Ponemos, por ejemplo, una entrada de 10 pesos cubanos, que eso lo tiene casi todo el mundo, sobre todo si es para ayudarnos a nosotros mismos. Queremos que el pueblo se sienta motivado y partícipe de una causa. Cuando la gente dona y ve los resultados adquiere sentido de pertenencia. Un concierto como este sucedería por primera vez en Cuba, algo lindo, porque nació de nosotros mismos, no es nada impuesto.

Si han venido muchos artistas internacionales y los han dejado dar conciertos en lugares tan importantes como la Tribuna, la Plaza, la misma Ciudad Deportiva, y no han sido como este que pretende ayudar al mismo pueblo, ¿por qué no a nosotros? Simplemente estamos esperando la respuesta, a ver qué nos dicen. Y si no funciona, que nos digan que fue una mierda y no nos dejen hacer más na’, pero que nos permitan intentarlo.

¿Se quedan en Cuba…?

Sí, sí, eso sí. La base, la esencia está aquí. Cuba es todo. No necesitamos quedarnos en otro país porque gracias a Dios tenemos donde comer y condiciones para vivir tranquilamente. No es menos cierto que estamos perdiendo muchas oportunidades internacionalmente y cosas que tenemos en mente no las podemos hacer. Pero nosotros hemos sido más noticia también porque todo lo hemos hecho directamente desde aquí, a lo mejor si lo hubiésemos hecho desde afuera sería diferente. Seguir desde Cuba creo que ha sido también el éxito.

Lo más importante de todo es que Yomil y el Dany son cubanos, representan al país desde aquí mismo, no es que nos fuimos y viramos, es que estamos aquí. También el cariño que dan los cubanos no lo encontramos en ningún lado. Si podemos hacer historia desde adentro vamos a hacerlo. Al final hay un pueblo que dice la última palabra.

 

Tomada de: OnCuba Magazine

 

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