EEUU no tiene tecnología de rastreo para encontrar a niños separados de sus padres migrantes

Sin tener un programa o tecnología para el rastreo, el gobierno de Estados Unidos separó a miles de niños de sus padres migrantes, que fueron acusados con cargos criminales por ingresar a este país sin documentos.

Un informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), reveló lo anterior y también señaló que dichas separaciones ocurrieron 2017 y 2018.

El reporte también indicó que agentes fronterizos pusieron en marcha un programa piloto en el que se cometió el error de borrar datos iniciales de las familias arrestadas y remplazarlos con referencias como “niños no acompañados” o “adultos solteros”.

También se dijo que las agencias con la responsabilidad de atender a las familias migrantes no tenían comunicación entre sí y no podían monitorearse sus respectivas tareas.

El informe señaló que meses antes de que iniciara dicho programa, agentes de la Patrulla Fronteriza sabían que no tenían en su poder algún tipo de tecnología para el rastreo y pese a ello, fueron participes.

Al ver el problema que estaba causando esta política de separación de familias migrantes, puesta en marcha con el objetivo de bajar los índices de entrada de indocumentados, un juez federal emitió una orden para que el gobierno de inmediato reuniera a los afectados.

Además, para evitar que las separaciones sigan vigentes, el presidente Donald Trump no tuvo más remedio que firmar una orden ejecutiva para suspenderlas de manera definitiva.

Según el informe, entre el 1 de julio de 2017 y el 26 de junio de 2018, más de 5.400 niños fueron separados de sus padres después de que ingresaron a territorio estadounidense.

A través de los datos compartidos por la DHS se aseguró que la información personal de varios niños fue compartida de manera insegura en un intento de reunificación y que se atendió un gran número de familias separadas mediante el uso de corre electrónico.

Aunque esta medida para reducir la inmigración ya fue abolida, el gobierno estadounidense puso en marcha nuevas como la del tercer país seguro, donde miles de solicitantes de asilo son enviados a México o naciones de Centroamérica a esperar respuesta.

Lo cual no es del agrado de los solicitantes porque corren el peligro de ser víctimas de secuestros realizados por bandas criminales que piden rescate de miles de dólares a sus familias en EEUU.