Abogados de residentes en Sweetwater prometen frenar desalojo masivo de 200 familias

Los residentes consideran que la oferta financiera para irse no cubre los altos costos de reubicación en un mercado donde el precio de los alquileres ha alcanzado niveles récord. (Captura de pantalla © NBC 6 – YouTube)

Más de 200 familias del parque de casas móviles Li’l Abner en Sweetwater presentaron una demanda colectiva para detener el desalojo que los propietarios del terreno le ordenaron ejecutar. El proceso afecta a cientos de familias que enfrentan la posibilidad de perder sus hogares en los primeros meses del 2025. La acción legal, liderada por el abogado David Winker, se centra en supuestas violaciones a los procedimientos establecidos por la ley de Florida.

La demanda alega que el propietario del parque, la compañía Urban Group, no notificó a la asociación de propietarios ni respetó el derecho de preferencia de los inquilinos. Además, según los documentos presentados, se aplicó un aumento de alquiler dentro de los 90 días posteriores a la notificación de desalojo, lo que está prohibido por la legislación estatal.

El proyecto de Urban Group busca construir viviendas asequibles subsidiadas por el gobierno en el terreno donde actualmente se encuentran las casas móviles. Para facilitar la reubicación, la empresa ha ofrecido compensaciones de hasta 14.000 dólares a los residentes que abandonen sus hogares antes del 31 de enero de 2025. Sin embargo, quienes se queden después de esa fecha recibirán menos dinero.

El alcalde de Sweetwater, José ‘Pepe’ Díaz, se ha mostrado comprensivo ante la situación de los residentes y ha prometido asistencia durante el proceso. A pesar de ello, los abogados de los inquilinos argumentan que ni la Ciudad ni el Condado han realizado estudios adecuados para garantizar la disponibilidad de viviendas alternativas.

La demanda busca una orden judicial que frene los desalojos hasta que se aclare la legalidad del proceso de rezonificación. Los abogados de las familias esperan que este caso siente un precedente para otras comunidades de casas móviles en Florida, donde el auge inmobiliario está desplazando a comunidades vulnerables.

Mientras tanto, la empresa encargada de gestionar la reubicación ha informado que 117 inquilinos ya se han trasladado a nuevas viviendas. Varios cientos más han indicado que planean mudarse en los próximos meses, aunque una parte importante de los residentes sigue resistiendo el desalojo.

En esta última opción están aquellos que han ampliado sus casas móviles poniéndole habitaciones adicionales, quedando prácticamente fijas en el lugar. Este fenómeno es común en comunidades de casas móviles en Florida y otros estados, donde los residentes invierten en ampliaciones, techos permanentes, terrazas y otras mejoras estructurales. Estas inversiones convierten las casas móviles en estructuras más difíciles de trasladar, aumentando los costos y complicaciones al intentar reubicarlas.

El desalojo ha dejado una profunda huella en la comunidad. “Hoy es Nochebuena y no estoy pensando en mi familia ni en una reunión, sino en ver qué hago para salir de aquí”, dijo Luis de la Paz, residente desde hace siete años, a Diario las Americas.

Miguel González, otro residente, compartió su frustración: “Gastamos nuestros ahorros para tener una mejor vida en Florida, y ahora nos obligan a irnos”.