«No puedo más»: abuela cubana muestra su indignación por la reducida cuota de pollo para su nieta

El desabastecimiento, la falta de gasolina y la corrupción provoca que los cubanos reciban poca carne a través de la libreta. (Foto: Lucía Odalys Pérez – Facebook)

Una abuela cubana, identificada como Lucía Odalys Pérez Tarrau, se sumó a los residentes en el país que no temen mostrar su profunda indignación y cansancio por la crisis alimentaria ocasionada por el régimen castrista.

Vía Facebook, la mujer publicó la pequeña y vergonzosa porción de pollo destinada para su nieta a través de la libreta de abastecimiento en el municipio Bauta, provincia Artemisa.

“Saquen sus propias conclusiones, ese es el pollo del mes de mi nieta. Una vergüenza. Deberían ser 12 onzas. No puedo más”, expresó el pasado lunes desde la página Madres cubanas por un mundo mejor.

Una fotografía compartida por Pérez Tarrau muestra que las dos piezas de pollo para la nieta suman 9.5 onzas, un peso menor al señalado conforme a la libreta. Además, era notable la presencia de la carne casi en los huesos.

En los comentarios, le dijeron que los bodegueros racionan el pollo después de recibirlo con la idea de vender el resto de la carne de manera ilegal o utilizarlo para su propio consumo, ante la grave escasez en el territorio nacional. La abuela dijo estar al tanto de este problema, e inclusive fue hasta la bodega a hacer una reclamación.

“Ya fui y después de una complicada discusión me lo completó y lo que faltaba de la mortadela, eso después de discutir que era mi pesa y que quién se iba a comer el carapacho”, dijo Pérez Tarrau en los comentarios.

“Jamás se me hubiera ocurrido hacer pública nuestras miserias, pero llevo meses sin recibir nada en la carnicería ni por módulo ni por ningún lado. Esto no es La Habana y mucho peor está para otros lugares”, agregó la abuela.

Asimismo, refirió que “de alguna manera hay que hacer pública la realidad nuestra. Como todo, imagino que existen personas aquí en el grupo, infiltrados para saber qué se publica, pues si voy al gobierno etc., etc., tampoco resolvemos nada”.

Al permanente desabastecimiento de alimentos en la Isla, se la suma la falta de combustible para su distribución en las bodegas. Francisco Silva Herrera, director general de Ventas de Mercancías del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), dijo que esta situación ocasionaría una demorada entrega de algunos productos racionados.

A principios de marzo, también se reconoció que hay atrasos en la venta racionada de los alimentos que conforman la canasta básica, afectando productos como compota para niños, café, frijoles, chícharos, arroz, aceite, azúcar y pollo.