Acarició a un gato callejero y terminó con parálisis en las piernas

Durante el último día de unas vacaciones en Portugal, Gemma Birch, de 24 años, presentó vómitos en varias ocasiones e incluso se desmayó durante el vuelo de regreso a Sefton, Inglaterra, donde fue trasladada a un hospital apenas aterrizó el avión.

El diagnóstico fue una intoxicación alimentaria, posiblemente causada por consumir pollo crudo. Ante la negativa de la paciente sobre el consumo de pollo, fue cuestionada por los doctores sobre su contacto con animales. La joven había acariciado una gata callejera, por lo que sentenciaron que la bacteria vino del animal, probablemente de los basureros en donde se encontraba.

Los médicos argumentaron que se trataba sólo de “una reacción severa a la intoxicación y que mucho reposo ayudaría” declaró Gemma al Daily Mail, sin embargo, la mujer continuó debilitándose.

Cuando una noche Gemma cayó de su cama porque no podía sentir las piernas, sus padres la arrastraron hasta una silla y la familia se percató de que algo pasaba.

“Cuando me senté, me di cuenta de que no podía sentir la alfombra debajo de mis piernas. Comencé a rascarme y no sentí nada. Uno de los rasguños hizo sangrar mi pierna y no sentí nada” manifestó la joven.

En la sala de espera del hospital al que fue llevada por sus padres, la joven googleó sus síntomas, que sugirieron que podía tratarse del Síndrome de Guillain-Barré, “un trastorno poco común que hace que el sistema inmunológico ataque el sistema nervioso” explicó.

Los médicos confirmaron que se trataba del trastorno, difícil de diagnosticar, y sentenciaron que “destruye todo lo que puede y afecta músculos como la vejiga y el intestino si no se trata a tiempo”, relató.

La joven sufrió la parálisis de sus piernas, por lo que fue sometida a múltiples tratamientos y terapias. Al cabo de más de un año, Gemma logró volver a caminar. Cabe mencionar que si bien el caso se registró hace varios años, se dio a conocer hasta ahora.

Con Información de Pulzo