Activista Virgilio Mantilla por segunda vez se contagia de COVID-19 en prisión

Virgilio Mantilla está arrestado por protestar en el 11J (Foto: Virgilio Mantilla – Facebook)

Virgilio Mantilla Aragón, líder opositor de la Unidad Camagüeyana, por segunda vez se volvió a contagiar de COVID-19 en prisión y además lo encerraron en una celda de castigo en la cárcel Cerámica Roja.

El activista fue liberado el 4 de julio tras ocho meses de cárcel por apoyar al Movimiento San Isidro y unos días después lo volvieron a encerrar por participar en las protestas masivas del 11J.

Emily Prieto, esposa del activista, comentó a Radio Televisión Martí que él dio positivo en la prisión Kilo 7 el 17 de agosto y ese mismo día lo trasladaron a la celda de castigo de Cerámica Roja.

Posteriormente, lo movilizaron a la sala del Hospital Provincial Amalia Simoni donde estuvo cuatro días y otra vez, por órdenes de la Seguridad del Estado, lo volvieron a encerrar en la celda de castigo de Cerámica Roja por tiempo indefinido.

Mantilla Aragón ahora enfrenta una sentencia de nueve meses de la privación de la libertad por gritar desde la puerta de su casa ¡Abajo el comunismo!, acto que fue considerado por las autoridades como un delito.

Además un coronel de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) declaró, sin mostrar pruebas, que Mantilla cometió actos de agresión y ofensas.

Antes de ser liberado de su primera sentencia, el opositor contrajo COVID-19 en Kilo-9 ante la falta de medidas preventivas entre los presos y no tenía acceso a medicamentos para sus dolores en la cervical y la cabeza.

El primer contagio de Mantilla también fue denunciado por Prisoners Defenders, organización que lleva un listado de presos políticos en la Isla y hace unas semanas alertó sobre la realización de juicios de “atestado directo” contra los manifestantes detenido por el 11J.

Los detenidos no tienen acceso a un abogado mientras son sometidos a juicios colectivos y sumarios, controlados por la Seguridad del Estado, donde los testigos en contra son oficiales de la PNR.

Los manifestantes detenidos por lo general son acusados de cometer los delitos de “atentado”, “desacato”, “daño”, “propagación de epidemia” y “desórdenes públicos”, entre otros.

Según Cubalex, organización defensora de los derechos humanos en la Isla, hasta el 30 de agosto, unas 897 personas habían sido detenidas por motivo del estallido social contra la continuidad del castrismo.

De esta cifra, 352 fueron excarceladas y 400 aún sigue en las unidades policiales o prisiones del régimen. La organización indicó que algunas personas en libertad se encuentran bajo medidas cautelares como la prisión domiciliaria.