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El escalofriante testimonio de tortura y detenciones sufridas por artistas en el Mincult
Artistas afirman que las autoridades les golpearon, les aplicaron llaves y los sometieron luego de que Alpidio Alonso dio el primer golpe
El testimonio de uno de los artistas agredidos frente al Ministerio de Cultura (Mincult) el pasado 27 de enero ya circula en redes sociales, causando indignación entre usuarios por la saña con que las autoridades arremetieron contra los artistas y lo planeado de todo el enfrentamiento.
La cuenta de Instagram Columna Cultural, ha compartido varios testimonios de artistas que fueron agredidos frente al Mincult, todos describiendo claros abusos de autoridad y la complicidad de los funcionarios de la institución con el Ministerio del Interior (Minint).
De acuerdo con lo relatado por las víctimas, el ministro de cultura Alpidio Alonso y el viceministro Fernando Rojas dieron la señal a los agentes para que aprehendieran a los artistas, a pesar de que no habían mostrado ninguna actitud violenta, como sostienen las autoridades.
“Lo que no se vio fue lo que fue…al primer golpe que dio Alpidio vino una guagua. Eso estaba sincronizado. Alpidio y Fernando Rojas dieron primer golpe para que todo se desencadenara. Vino una turba de hombres y mujeres vestidos de civil. Ahí fue golpe para todo el mundo”, explicó Henry Eric al portal.
El artista describió golpes y torceduras sufridos por él y sus compañeros a manos de los agentes de la Seguridad del Estado, además del arresto injustificado de todos ellos.
“Vino un tipo por atrás, me dio un golpe en la nuca, me hizo una llave, y me dice: ¡Te fuiste! ¡Te fuiste! Si tu levantabas la mano, brother, más golpes te daban”, explicó.
El joven atestiguó el momento en que los agentes se llevaron a la artista Celia González, quien durante su detención fue agredida sexualmente junto con su colega Camila Lobón.
“Celia estaba detrás de mí. Tenía a una chamaca de 25 años vestida de MININT que le daba golpes. Celia gritaba ‘¡No somos delincuentes!’ Y a la vez me decía ‘¿Henry que hago?’ A la tercera o quinta vez, no sé, la mujer me dice: ‘Vírate para allá o le meto’. Yo pensé que era mentira. Y le metió con el codo por la teta izquierda, el brazo, no sé, las costillas y me grita ‘vírate para allá porque le sigo metiendo’. Me viré. Ya”, relató.
Los golpes propinados de manera indiscriminada a hombres y mujeres fueron innecesarios de acuerdo con los testimonios, pues aunque varios intentaron huir, en general no opusieron resistencia, sino que fueron golpeados desde el principio para meterlos a patrullas y a una “guagua”, donde los siguieron agrediendo.
“La guagua fue atroz. Todo era tan inconcebible que estábamos en una especie de shock (…), Todos esos funcionarios con sus cuellos rojos, funcionarios de la cultura rompiéndole la cara, maltratando, violentando a artistas, a poetas”, describió Carolina Barrero en la misma cuenta.
De acuerdo con la activista Salomé García Ballacao, todo lo acontecido y descrito por los artistas entra en la categoría de “tortura”, establecida en el artículo de la Convención Contra la Tortura y Malos Tratos, que Cuba firmó en 1986 y ratificó en 1995.
“Se entenderá como “tortura” todo acto por el cual se infrinja intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras”, establece el documento.
El mismo indica que la falta se agrava si los dolores infringidos lo son por parte de un funcionario público, por orden suya, o con su conocimiento y omisión de los hechos, lo que en este caso aplica al tratarse de agresiones directas de funcionarios y también por orden de los mismos.
Henry Eric opina que la violencia de las instituciones contra los ciudadanos ya está normalizada por la población, pero que ha aumentado a raíz de las protestas del Movimiento San Isidro (MSI) en noviembre pasado.
“Han sacado el mal que hay naturalizado en esta sociedad. Lo que yo cuento en esas escenas de yo aguantando a esta gente, y una tipa desp**ando a Celia atrás de mí y por allá desp**ando a Camila y a Solveig. Todo eso dentro de la guagua, es puro las imágenes que tenemos dentro de la cabeza. ¡De p**ga brother! El mal”, concluyó.