“Al menos nuestros hijos no se mojan”: Madres ocupan local abandonado en La Habana Vieja

Madres con sus hijos en local abandonado. (Diario de Cuba).

Ocho mujeres con sus hijos entraron por la fuerza a un local abandonado este 13 de noviembre, para refugiarse a falta de una vivienda digna, y desde entonces temen ser desalojadas.

Las madres forzaron la puerta del taller ubicado en la calle Villegas de La Habana Vieja, desesperadas por encontrar donde asentarse con sus 11 hijos en total.

Aunque el local estaba vacío, muchos han sido los casos en que el gobierno desaloja por la fuerza a personas que se refugian en edificios o locales que contaban con meses y hasta años de abandono y que son reclamados por las autoridades hasta que ven que alguien los usa, de ahí el miedo de las mujeres.

De acuerdo con el reportaje de Diario de Cuba, las mujeres buscaban un techo para sus niños, tres de ellas con bebés lactantes, pues no contaban con ningún apoyo del gobierno o residían en edificios en peligro de derrumbe.

“Nos vimos en la necesidad de hacer esto porque no tenemos donde vivir. Yo, por ejemplo, he vivido en muchos lugares con mis tres hijos y estoy cansada de rodar. He ido mil veces al Gobierno a que me den aunque sea un local, y nada. No aguantamos más y nos pusimos de acuerdo para meternos aquí, pues aunque está sucio y abandonado al menos nuestros hijos no se mojan”, comentó Yailén Romeu Portuondo, una de las madres.

El taller de herrería de la Escuela de Oficios, perteneciente a la Oficina del Historiador de La Habana se encontraba cerrado desde hace varios años, por lo que en su desesperación les pareció una opción factible para habitar.

“Apenas nos metimos vino el intendente del municipio y un funcionario de la Dirección Provincial de Vivienda a decirnos que debíamos salir, porque si no los supuestos dueños nos sacarían con la Policía. Nosotros le hemos dicho que solo salimos de aquí si nos dan un lugar digno para vivir”, relató Mel Balmaseda, otra de las madres cubanas

Entre los 11 niños hay tres bebés lactantes, además de que una de las mujeres se encuentra embarazada y tampoco tiene un sitio seguro para su bebé por nacer.

“Lo único que queremos es tener una vivienda propia donde podamos vivir con nuestros hijos, porque a las casas de dónde venimos no podemos volver. No pedimos más nada. Mientras no podamos resolver una casa digna, aquí permaneceremos”, afirmó Sandra Collazo, madre de un bebé de apenas 12 meses.

La crisis de vivienda en Cuba es severa y miles de familias viven en edificios en peligro de derrumbarse y cientos más ya lo han padecido, con pérdidas materiales y hasta fatales.

Mientras el gobierno no atiende las demandas de la población, habiendo cumplido menos del 1% del plan de vivienda en 2019 con 400 casas entregadas de 60 mil que supuestamente se habían planeado, los habitantes tampoco tienen los recursos ni los derechos para adquirir un inmueble por su cuenta.