Altos precios en el mercado informal de medicamentos: ibuprofeno a 250 CUP y cotrimazol a 700

La mayoría de los pocos medicamentos que hay en Cuba actualmente son importados por las personas naturales. (Foto: Periódico Cubano)

La producción y distribución de medicamentos en Cuba ha sufrido un declive descomunal desde el surgimiento de la pandemia de coronavirus, y en la actualidad hay una afectación del 40% en el cuadro básico de fármacos que son imprescindibles para cubrir las necesidades de la población. Ante tal panorama, proliferan las ofertas en el mercado informal, que se abastece desde el extranjero o de la corrupción y los desvíos de medicamentos del sistema estatal.

El diario oficialista Escambray reconoció en un artículo reciente que esta situación ha elevado los precios de los fármacos. En grupos de WhatsApp o Facebook hay decenas de ofertas que incluyen un Ibuprofeno de 650 mg a 250 pesos cubanos (CUP); Ketotifeno, a 280 CUP; Enalapril, a 250 CUP; Ketoconazol, a 650 CUP y Clotrimazol, a 700 CUP, por solo citar algunos ejemplos.

Directivos de BioCubaFarma y del Ministerio de Salud Pública (Minsap) hablan de múltiples causas para esta crisis. Entre ellas, las complicaciones derivadas de la pandemia y, crucialmente, el agravamiento del “bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba”.

Laida Gallo Matos, jefa del Departamento de Medicamentos y Tecnologías Médicas en la Dirección Provincial de Salud, confirmó la retirada de muchos proveedores confiables, la falta de materias primas y piezas de repuesto, y las dificultades en los ingresos en divisas.

“Hoy, un gran número de los fármacos de tarjeta control (tarjetón) no están disponibles por falta de materias primas para su producción; otros son importados y no se pueden adquirir debido a problemas con la contratación y los proveedores; muchos de los cuales han denegado el contrato con Cuba porque están presionados por EEUU. Se ha dado el caso de firmas de ese país que han comprado las industrias productoras, y estas han cancelado el contrato suscrito con Cuba. Contrario a los que algunos obcecadamente plantean, el bloqueo sí afecta a la industria farmacéutica cubana”, enfatizó Gallo Matos.

En un comunicado reciente, BioCubaFarma reconoció que la demora en pagos a proveedores extranjeros es la causa de la ruptura del ciclo de reaprovisionamiento y, por lo tanto, se presentan interrupciones en la producción. Sin embargo, más allá de encontrar culpables, no se ha ofrecido una solución a la problemática, que ya se extiende por mucho tiempo.

En Sancti Spíritus, según detalla Escambray, las ausencias más preocupantes son los antipsicóticos, antidepresivos y cardiovasculares. De esos hay una escasez casi total y por demasiado tiempo. Mientras, en el caso de los analgésicos, aunque escasos en farmacias comunitarias, se han priorizado para instituciones hospitalarias.