Amenazan a una madre con quitarle a su hijo por invadir una bodega vacía en Luyanó

Hace una semana Virgen Agüero invadió una bodega vacía en el barrio de Luyanó, municipio 10 de Octubre. (Foto: Periódico Cubano)

La situación de la vivienda se hace cada día más difícil en Cuba, es por ello que varias madres con niños pequeños como Virgen Agüero García se dedican a ocupar sitios abandonados para ofrecerles “un mejor techo” a sus hijos.

Según publicó Diario de Cuba hace una semana esta cubana invadió una bodega vacía en el barrio de Luyanó, en el habanero municipio de 10 de Octubre.

Agüero vive con miedo y no se atreve a abrir la puerta a quien no sea de su confianza porque la policía la tiene amenazada con desalojarla del lugar, e incluso quitarle a su retoño de apenas cuatro años.

«El jefe de sector de la zona me amenazó con que si no me iba de este lugar podían quitarme a mi hijo o que podían retirarme la dirección que poseo de la capital, ya que yo vengo de Santiago de Cuba. También me dijo que este local supuestamente tiene un dueño. En estos momentos tengo mucho miedo», dijo a Diario de Cuba.

«Yo vivía con mi mamá y su esposo aquí mismo, en este barrio, pero ella decidió separarse e irse para Santiago porque no tenía casa. Yo no deseo regresar y, como ya no podía vivir más con ese hombre, no tuve otra opción que tomar este lugar que estaba lleno de escombros y que he limpiado», explicó la mujer de tan solo 32 años.

De acuerdo al reporte de este medio de prensa “tan solo el año pasado pudieron contabilizar siete sucesos de esta naturaleza en varios municipios de La Habana, la mayoría en la Habana Vieja”.

En otras ocasiones este sitio digital ha reportado otros casos como el de Yamilet Leyva Pérez, una joven embarazada que decidió ocupar una tienda cerrada desde hace 2 años en la calle Compostela, ya que no tienen baño en su edificio y está en peligro de derrumbe.

«Enseguida vinieron la encargada de la tienda y la Policía a intentar sacarnos. En ese momento no pudieron, pero al día siguiente, con la promesa de enseñarnos unas casas que habían visto para nosotras, salimos de ese lugar y no pudimos volver a entrar. Todo fue un engaño porque lo que no enseñaron no sirve», dijo Leyva a Diario de Cuba muy molesta.

«El edificio donde vivimos debe demolerse porque el piso se hunde y estamos muy hacinados, imagínate que en un cuarto hay 18 personas. Yo debo bañarme en un pasillo y con ropa puesta porque no tenemos baño, por eso te aseguro que en esa tienda nos volveremos a colar, no podemos seguir así», comentó Bárbara Pérez Peña otra de las madres que junto a Yamilet entraron arbitrariamente al local en busca de un techo seguro.

En gran medida el gobierno cubano culpa al “Período Especial” por haber generado un declive en la construcción de viviendas y en la producción de materiales que persistió en los años iniciales del siglo XXI.