Aprueban fondos en EEUU para pagar gastos médicos por el “Síndrome de La Habana”

Los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron un financiamiento para que los funcionarios estadounidenses y sus familiares que resultaron afectados por el llamado “Síndrome de La Habana” puedan cubrir el costo de sus facturas médicas.

Desde hace semanas se venía planteando esta posibilidad, pues desde que surgieron los primeros padecimientos en el personal diplomático de EEUU en La Habana, han sido los pacientes quienes han asumido los gastos médicos una vez que regresaron a su país.

Tras concretarse el apoyo financiero, Mark Lenzi, un oficial de ingeniería de seguridad del Departamento de Estado que resultó afectado en China, se sintió aliviado porque ahora podrá pagar los gastos médicos.

“Esta legislación es crucial para aquellos de nosotros en el Departamento de Estado, afectados en el cumplimiento del deber que, como yo, tenemos miles de dólares en facturas médicas que el Departamento de Estado se ha negado a pagar”, dijo Lenzi.

Algunos sufrieron lesiones cerebrales a largo plazo, incluidos dolores de cabeza debilitantes. Los episodios, según el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU, involucran al personal que experimenta “fenómenos sensoriales”, como sonido, presión o calor, junto con o seguidos de síntomas físicos, como vértigo repentino.

Sobre la causa de los misteriosos incidentes de salud nada se sabe todavía. Aunque han aparecido los mismos síntomas de salud en otros lugares del mundo, que también han involucrado a diplomáticos estadounidenses y personal de la mismísima Agencia Central de Inteligencia, el suceso adoptó el nombre de la “Síndrome de La Habana”.

Al no establecerse un origen probable de los supuestos “ataques sónicos” que provocan dólares de cabeza, mareos y perdida de la orientación en las personas supuestamente expuestas a estas armas de nueva generación, han surgido varias teorías.

Por ejemplo, algunos analistas de medios de prensa estadounidense argumentan que los hechos ocurridos primero en La Habana y luego en China, India y Australia son consecuencia de actos premeditados de potencias extranjeras como Rusia o China, que manejan tecnologías (posibles dispositivos de microondas u otros equipos de energía) para iniciar una guerra no convencional.

Lo cierto es que también se llegó a manejar como un ataque de histeria colectiva (con causas psicológicas) en los diplomáticos de EEUU en la capital cubana, una hipótesis que ha quedado descartada, pues la ocurrencia de eventos similares en otros países ya ha involucrado a más 200 funcionarios al servicio del gobierno estadounidense.