Arrestan a dos cubanos de Hialeah por presunto robo de convertidores catalíticos

Diego Rodríguez y Gabriel Gil podrían enfrentar hasta 15 años de prisión por el robo de la autoparte. (Foto: Archivos del condado de Miami-Dade)

Policías de Miami arrestaron a dos hombres de origen cubano, identificados como Diego Rodríguez, de 34 años, y Gabriel Gil, de 54, por su presunta implicación en una serie de robos de convertidores catalíticos, informó América Tevé.

Al momento del arresto, ocurrido el pasado viernes, Rodríguez y Gil, residentes en la ciudad de Hialeah, fueron sorprendidos con varios convertidores catalíticos escondidos en el vehículo que utilizaban para movilizarse, así como herramientas especializadas para cortar estos dispositivos de automóviles.

Además, durante el registro, las autoridades incautaron una cantidad significativa de cocaína y hallaron una serie de mensajes de texto que sugerían posibles compradores interesados en adquirir las costosas piezas.

El robo de convertidores catalíticos se ha convertido en una tendencia delictiva en el sur de Florida durante los últimos años. Estos dispositivos, ubicados en el sistema de escape de un vehículo, desempeñan un papel crucial en la reducción de emisiones tóxicas antes de ser liberadas al medioambiente.

Según las autoridades, este tipo de hurto se debe al alto valor de los materiales con los que están compuestos, como el rodio, un metal cuyo costo ronda los 13.000 dólares por onza; y el platino, que puede alcanzar un precio de aproximadamente 1.200 USD por la misma medida.

Las investigaciones continúan para determinar si Rodríguez y Gil están relacionados con otros robos en la zona. Además, las autoridades hacen un llamado a los conductores para que cuenten con los seguros adecuados, como el Comprehensive, que ofrece protección contra hurto, fuego y vandalismo, ante esta creciente ola de robos.

Ambos sospechosos podrían recibir hasta 60 días de cárcel si son considerados responsables del hurto de una propiedad con valor inferior a los 100 dólares. En caso de que el valor de lo sustraído alcance los 3.000 USD, se considera un delito grave de segundo grado, con la posibilidad de una condena de hasta 15 años en prisión.

Por la droga encontrada entre las pertenencias de los cubanos, las repercusiones legales varían de acuerdo con las circunstancias particulares del caso, incluyendo el tipo de sustancia, la cantidad en cuestión y el historial de los acusados.

En ocasiones, la posesión de sustancias prohibidas puede ser considerada un delito menor de primer grado, que conlleva un año de reclusión y la obligación de cubrir los gastos judiciales.

Si el rango del delito se considera mayor, entonces el castigo podría ser de 5 a 30 de prisión. Además, estarían obligados a pagar multas de entre 5.000 y 10.000 dólares.