Arzobispo de Santiago de Cuba visitó al opositor José Daniel Ferrer

El líder opositor José Daniel Ferrer continúa detenido y sin recibir la atención médica necesaria, a pesar de sus padecimientos. (Captura de pantalla: Cuba Decide-YouTube)

Monseñor Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, obtuvo finalmente permiso para visitar al opositor José Daniel Ferrer, quien se encuentra detenido desde el pasado 11 de julio en la prisión de Mar Verde.

Según informó Ana Belkis Ferrer, hermana del coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), lo vio “muy delgado y deteriorado físicamente”, pero “muy fortalecido espiritualmente”.

El encuentro ocurrió el pasado 15 de marzo, después de varios meses de gestión. “Los tiranos en el poder temen tanto a José Daniel que no le permiten ni una hoja blanca y un lápiz para hacer la requerida solicitud”, escribió en las redes sociales.

La mujer denunció que el activista continúa aislado del resto de los reclusos, “entre cuatro paredes blancas con un bombillo encendido las 24 horas del día (…) sin tener donde amarrar un mosquitero para protegerse de los agresivos mosquitos”.

Ana Belkis Ferrer recordó que su hermano solo puede recibir a un miembro de la familia durante las visitas, que ocurren cada 50 días; las conyugales son cada dos meses. Reclamó “su derecho a ver tanto a su esposa como a sus hijos”.

Precisó que continúa sin recibir la alimentación ni asistencia médica adecuadas para una persona enferma. Está “presentando dolores de cabeza, zumbidos en los oídos, sangrado bucal, calambres y parálisis momentáneas en sus manos y perdida de la visión”.

A estos padecimientos se han sumado otros como gastritis crónica, úlcera duodenal e hipertensión arterial, problemas en una muela, ronchas y escozor en la piel producto de un hongo o bacteria contraído en la cárcel.

Han transcurrido más de ocho meses de que José Daniel Ferrer fue encerrado por razones políticas, expuesto a “condiciones de extrema crueldad, sometido a torturas físicas y psicológicas de manera permanente”.

“Con una falsa condena revocada y en espera de otro juicio por el también inventado delito de desórdenes públicos, acusado en la causa número 128 del 2021”. Sin embargo, se mantiene firme.

“Lejos de sentirse triste, manifiesta que para él es un honor haber sido encarcelado en las dos grandes olas represivas de la dictadura Castro comunistas contra quienes reclaman justicia y libertad para todo el pueblo cubano y el respeto de sus derechos como seres humanos, estando dispuesto una vez más hasta a perder su valiosa y preciada vida”.