Autoridades culpan a las redes sociales por coleros y casas almacén en Las Tunas

Autoridades culpan a las redes sociales por coleros y casas almacén en Las Tunas. (Collage: Canal Caribe-Youtube)

La escasez de productos básicos en Cuba ha obligado a sus ciudadanos a recurrir al mercado informal para subsistir.

Una oportunidad de mercado se presentó para quienes tienen acceso a las tiendas en dólares, con más surtido que los mercados y tiendas en CUC y CUP, pues pueden adquirir productos y revenderlos en redes sociales a quienes no pueden acceder a dichos establecimientos.

Según las autoridades de Las Tunas, los llamados “coleros” actúan desde las propias redes sociales, donde anuncian los productos que adquirieron en las tiendas para revenderlos.

Aunque la actividad es común en otros países con productos como ropa y electrodomésticos y no con enseres básicos como comida o jabón, el régimen lo considera un delito, a pesar de que fue él mismo el que limitó la venta de los productos al dejarlas disponibles solo en las tiendas de dólares.

En otras palabras, si los “coleros” no adquirieran los productos para revenderlos y llevarlos al 90% restante de la población, simplemente no habría nadie que adquiriera los productos en las tiendas en dólares, pues nadie más puede acceder a ellas.

Hay otros casos, sin embargo, en que no son “coleros”, sino casos de corrupción los que permiten la “actividad económica ilícita”, pues con la complicidad directa de entes oficiales se desvían productos a las denominadas “casas almacén”, que también operan en redes sociales.

Los productos mayormente ofertados, siempre a sobreprecio aunque no siempre significativo, son los básicos de higiene, como pasta dental, jabón y detergente, altamente cotizados desde principios de año, así como pollo y otros comestibles, aunque también hay objetos de mayor costo, como aires acondicionados.

Las autoridades locales aseguran “estar siguiéndole la pista” a los “coleros” y las casas de almacén, pero su efectividad no se compara a la que muestran al reprimir activistas y opositores, pues las detenciones han sido mínimas aunque buscar productos en redes sociales debería ser muy fácil.

Por otra parte, tampoco se ha resuelto la corrupción al interior de las empresas del Estado, cuyos casos siguen surgiendo, dando a conocer la sustracción de arroz, pasta y distintos rubros.

“Para ver si se acaba ya el negocio de la calle, porque todos los productos están muy caros”, dijo una cubana entrevistada por la televisión estatal.

No obstante, la persecución a cuentapropistas y coleros, también ha sido señalada por los cubanos, que denuncian que aunque el “mercado negro” no es lo ideal, de otro modo no consiguen lo necesario.