Autorizan que los campesinos vendan todas sus producciones agropecuarias al turismo

Mientras la población cubana hace enormes colas para conseguir alimentos, en los hoteles cubanos hay toda variedad de comida. (Collage: Paradisus Varadero-Facebook)

La Resolución 73/2022 publicada en la Gaceta Oficial este 30 de marzo de 2022 augura menos comida para el pueblo y, en consecuencia, precios más elevados, pues se autoriza a los campesinos individuales y otras formas de propiedad a vender la totalidad de sus producciones agropecuarias a entidades del turismo.

La normativa refiere las vías por las que los productos cárnicos elaborados y sus derivados se adquieren por parte de las entidades que pertenecen al sistema del turismo, o contribuyen al aseguramiento de este en los establecimientos autorizados, previo cumplimiento de las disposiciones sanitarias y veterinarias vigentes.

Entre las restricciones a la comercialización están “los productos que se incluyan en el balance nacional anual aprobado por el Ministerio de Economía y Planificación y aquellos que se gestionen por empresas especializadas del sistema de la Agricultura”, según lo plasmado en el Decreto 35 de la comercialización de productos agropecuarios, del 19 de abril de 2021.

En el referido decreto se estableció que los comercializadores mayoristas pueden realizar ventas directas a la industria y a las plantas procesadoras de: leche; tomate; frijol; maíz, alimento animal; café; carne de cerdo, bovina y equina; y otros destinos que se autoricen.

Por otra parte, se aprueba la comercialización directa por el sistema empresarial especializado de: arroz; tabaco torcido para la exportación; huevos; madera; y otros destinos que se autoricen.

El control monopólico del Estado sobre todos los medios de producción, incluida la agricultura cubana, ha impedido que en 63 años de “revolución” Cuba haya vuelto a lograr los niveles de eficiencia que logró en las décadas anteriores a 1959.

El gobierno comunista culpa de la terrible situación económica y alimenticia del país al “bloqueo de EEUU” y la crisis económica mundial generada por la pandemia de COVID-19. Sin embargo, después del mal llamado “ordenamiento monetario” implantado en enero de 2021, la economía nacional ha experimentado un retroceso descomunal, caracterizado por altos niveles de inflación.

Cada medida que se toma parece ir en contra de asegurar alimentos para la población y desoyendo los consejos de reconocidos economistas cubanos, que tanto desde dentro como fuera de la Isla señalan acciones para intentar salir de la crisis.

Recientemente, el Consejo de Ministros estableció por decreto un nuevo impuesto de hasta 10% para los comercializadores de productos agropecuarios. El impuesto finalmente fue trasladado al consumidor final, quien debió soportar un nuevo incremento de precios.