Avalancha de migrantes, entre ellos cubanos, obliga al estado de emergencia en Costa Rica

Según las cifras oficiales, en lo que va de septiembre más de 60.000 personas han cruzado por Paso Canoas, en la frontera con Panamá. (Captura de pantalla: DW – Twitter)

Una avalancha de migrantes sin precedentes, muchos de ellos cubanos, han arribado a Costa Rica en los últimos días, por lo cual el presidente de esa pequeña nación centroamericana, Rodrigo Chaves, se vio obligado a declarar el estado de emergencia nacional.

“La cantidad de personas que llegan sobrepasa la capacidad institucional para atenderlas”, comentó el viceministro de la presidencia, Jorge Rodríguez, sobre la crisis en que ha quedado involucrado el territorio tico por su posición geográfica en medio del paso de los migrantes hacia la frontera sur de Estados Unidos.

Según las cifras oficiales, en lo que va de septiembre más de 60.000 indocumentados han cruzado por Paso Canoas, en la frontera con Panamá, en su mayoría venezolanos, cubanos y haitianos. El tráfico de migrantes comenzó a agudizarse en agosto, cuando el cruce diario fue de 2.700 personas, casi el triple de los contabilizados en julio.

Costa Rica prepara estado de emergencia nacional en respuesta al flujo migratorio.

El gobierno deportará a los #migrantes que incumplan las normas.

Según datos oficiales, en lo que va de septiembre 60 mil personas han ingresado al país desde la frontera con #Panamá. /jr pic.twitter.com/GCeqDZIYKp

— DW Español (@dw_espanol) September 28, 2023

“Todo lo que esto genera en términos de demanda de servicios, generación de residuos y condiciones de movilidad es una presión enorme sobre la comunidad”, explicó el viceministro, que atiende el asunto de conjunto con las autoridades de migración.

El objetivo detrás de la declaración de emergencia es que bajo esa figura el gobierno tiene poderes especiales, y sin consultar al poder legislativo, puede canalizar recursos adicionales a los presupuestados hacia las comunidades afectadas.

El mismo dilema de Costa Rica lo vive Panamá, cuyas autoridades contabilizan, desde inicio de 2023 y hasta el 23 de septiembre, un total de 390.000 migrantes atravesando la Selva del Darién. Dicho número es el más alto en la historia, ya que aun sin terminar el año supera fácilmente a las 248.000 personas que la atravesaron en 2022.

Desde el 19 de septiembre pasado, el Grupo México Transportes, también conocido como Ferromex, suspendió con carácter temporal los viajes de 60 trenes de carga hacia el norte del país. Esta decisión se debe al aumento significativo de migrantes que utilizan este medio de transporte de manera clandestina.

Lo anterior refleja una nueva oleada migratoria en México, donde el flujo de indocumentados que atraviesa el país hacia EEUU ha repuntado tras la caída inicial que provocó en mayo pasado la expiración del Título 42.

Las medidas migratorias de la administración Biden no han funcionado

La administración demócrata de Joe Biden tomó medidas de carácter migratorio en enero pasado, cuando aparentemente se recrudecieron los controles fronterizos, al tiempo que expandía las posibilidades de una migración legal con el programa de parole humanitario y las citas de asilo por CBP One.

Sin embargo, los 30.000 cupos mensuales para los cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses, además de las 1450 citas diarias de CBP One en ocho puntos de la frontera sur de EEUU con México, parecen no ser suficientes para la cantidad de personas que decide dejar sus países de origen con el objetivo de lograr el sueño americano.