Aves de canto y migratorias en riesgo de extinción en Cuba

Las competencias de especies cantoras y la captura indiscriminada de ejemplares como los Azulillos pintados, Azulejos índigos y otros cientos de aves migratorias los colocan en riesgo de extinción en Cuba.

Aunque desde el 2011 existen leyes sobre la diversidad biológica que prohíben tales prácticas, las competencias y apuestas referentes a la duración de los cantos o sobre cuáles son los más melodiosos, abundan en redes sociales como Facebook.

En los últimos dos años, impulsado por el confinamiento pandémico, se han incrementado las operaciones de comercio en línea con publicaciones donde se proponen aves cantoras y de otros especímenes obtenidos mediante la captura o caza indiscriminada en la naturaleza.

Para muchos cubanos resulta una tradición, poseer aves enjauladas para disfrutar de sus cantos o de sus colores; sin embargo, para otros la captura también es un negocio más barato que la cría o reproducción en los hogares.

La crueldad del trampeo, las competencias y el tráfico de aves no se limita a las fronteras cubanas, donde se tienen evidencias de que en las apuestas se “dan esteroides para estimular sus actuaciones y suelen cauterizar los ojos de los competidores con una cuchara caliente con la esperanza de que las aves territoriales, incapaces de ver a su oponente, sigan cantando” menciona en un artículo la página de National Geographic en Español.

¿Peligro de extinción más allá de Cuba?

Según apunta la investigación, “el trampeo de aves cantoras se extiende en Estados Unidos, sobre todo en los alrededores de Miami…” donde “miles de aves canoras en Florida –incluidas algunas como el azulillo pintado que migran de Cuba– son capturadas cada año en bosques y patios traseros.”

Usuarios de algunos grupos de Facebook dedicados al tema de las aves hacen sus denuncias sobre lo inhumano de estas acciones.

“Cada vez que veo un azulejo en mano lo han dejado ciego, lo cual es criminal. Eso es en la vida real. En redes sociales todos dicen haber amansado estas aves silvestres, las cuales muestran incluso más dóciles que aquellas nacidas en cautiverio como pericos e isabelitas. Están queriendo naturalizar algo criminal” señala Javier Francisco.

Otros factores amenazantes para las especies que migran entre el sureste de Estados Unidos y el Caribe, de acuerdo con los censos que realiza de manera periódica North American Birds, han sido el vuelo largo sobre aguas abiertas y la pérdida de su hábitat natural.

No obstante, el descenso en décadas recientes de los números de aves migratorias, apuntan a la captura o trampeo como factor decisivo para que al menos el 20 % de los azulillos que migran a territorios de Cuba, tengan menos probabilidades de regresar que aquellos que hacen viajes más cortos.