Calle de Santiago de Cuba amanece con un cadáver sin identificar

Calle en Santiago de Cuba (Foto de referencia: René Silveira-Sierra Maestra)

El líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer García, denunció el jueves el hallazgo del cadáver de un hombre no identificado en las calles de Santiago de Cuba. Según explicó el activista político, el cuerpo no fue recogido por las autoridades pertinentes hasta horas del medio

“Me informan que este hombre amaneció muerto en la calle San Mateo, entre Gallo y Jobito y que no le levantaron las autoridades hasta el mediodía”, escribió en Twitter el expreso político.

Ferrera adjuntó a su declaración una impactante fotografía donde se puede ver al cuerpo sin vida del frente a una vivienda. Hasta el momento, se desconoce si el cubano falleció por causas naturales o fue víctima de un asesinato. “Estamos informando e investigando detalles”, agregó el opositor.

Lamentablemente, esta escena no es un caso aislado en el país. Lo cierto es que la realidad de los antillanos puede llegar a ser cruda, incluso tras su desaparición física, dando a entender que tanto en la vida como en la muerte “todo sigue igual”.

La precariedad de las funerarias en Cuba

Durante la pasada jornada la internauta Zenaida Tellez Cruz, residente en el municipio de Jobabo, Las Tunas, también acudió a las redes sociales para hacer pública la situación de su cuñado, que tendido en la funeraria, aún no ha podido ser trasladado al cementerio por la presunta rotura de todos los carros funerarios de la provincia.

“Por favor, estoy pidiendo que si Jobabo hay algún dirigente que pueda decirme qué está pasando que mi cuñado. Está tendido en la funeraria y no hay un carro que pueda llevarlo al cementerio, que descanse en paz. Sus familiares estamos desesperados por la falta de respeto de estos organismos que nos dirigen”, describió Tellez en el grupo de Facebook Jobabo.

“Nos dicen que hay que esperar que venga un carro de Bayamo porque la provincia de Las Tunas tiene los carros rotos. Es nuestro familiar, no un perro”.

Algo similar le ocurrió a inicios de junio a un villaclareño, quien denunció el pésimo trato que le dio una funeraria al cuerpo de su tía. Según Yunior Morales Pérez, la entidad de carácter estatal no solo utilizó un material sumamente sencillo para el cajón en el que sería enterrado su familiar, sino que no cuidó del cadáver.

“Mi madre se alteró mucho al llegar a la funeraria, entramos por detrás porque yo la llevaba en su sillón de ruedas y sin querer fuimos a dar a un pasillo en el que encontramos a mi tía Amada Morales Pérez puesta en una camilla sin privacidad, como si fuera cualquier cosa, moscas que se le posaban y lo más horrible (…) la caja en la que iban a poner su cuerpo”, sentenció.