Canadá ignorará las decisiones de tribunales en EEUU sobre la ley Helms-Burton

El ejecutivo de Canadá ha declarado este pasado viernes que el país no ‘reconocerá o aplicará’ ninguna decisión emitida por los tribunales estadounidenses que tengan que ver con la implementación del Título III de la ley Helms-Burton que promueve demandas contra bienes o propiedades en Cuba que una vez fueron expoliadas por el régimen comunista a inicios de la década del sesenta del pasado siglo.

«El Gobierno de Canadá siempre defenderá a los canadienses y las empresas canadienses que realizan negocios e inversiones legítimas con Cuba, y está revisando todas las opciones en respuesta a la decisión de los EEUU. Canadá confía en los principios de la ley internacional y refleja objeción a la aplicación extraterritorial de leyes de otro país», dijo la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Chrystia Freeland.

Desde el pasado dos de mayo entró en vigor el Título III de la ley Helms-Burton proclamada en 1996, pero que había estado siendo suspendida anualmente por los presidentes de EEUU.

Canadá aprobó en 1996 la ley de Medidas Extraterritoriales Extranjeras (FEMA, por sus siglas en inglés), que protege los intereses de los canadienses e impide reconocer o ejecutar en Canadá decisiones judiciales a consecuencia de la ley Helms-Burton.

Sobre esta estructura legislativa, Freeland rememoró que “la misma permite a los ciudadanos de Canadá utilizar los tribunales canadienses para demandar a la persona que haya iniciado una acción bajo la ley Helms-Burton, incluso si el proceso no ha concluido».

«Esto permitirá a los canadienses recuperar cualquier cantidad que haya sido obtenida de ellos, incluidos los gastos legales, y pérdidas o daños incurridos», añadió Freeland.

El Gobierno canadiense avisó que está trabajando con la Unión Europea (UE) y otros “socios internacionales” para defender las relaciones económicas de los canadienses en Cuba.

Hasta el momento ya hay dos demandas interpuestas en los tribunales de EEUU, una de la petrolera ExxonMobil contra la Unión Cuba-Petróleo (CUPET) y la Corporación CIMEX y otra de dos estadounidenses de origen cubano contra los muelles portuarios de La Habana y Santiago de Cuba, de los cuales son herederos y antiguos propietarios.

Con información de EFE