Casi el 40% de las viviendas en Cuba están en regular o mal estado

Casi el 40% de las viviendas en Cuba están en regular o mal estado. (Foto: Periódico Cubano)

Casi el 40% de las viviendas en Cuba están en regular o mal estado y el déficit estimado de unidades es de 862.879 según estadísticas oficiales al cierre del 2020 que fueron divulgadas por el diario oficialista Juventud Rebelde.

Al cierre de diciembre pasado Cuba tenía 3.946.747 viviendas para una población de 11.2 millones de habitantes. De este total de casas o apartamentos solo el 63% estaba catalogado -según los evaluadores gubernamentales- de “buen estado técnico” y el resto (1.452.852) entraba en la categoría de “regular o malo”.

Otro dato interesante es que el 76% de los hogares cubanos están en asentamientos urbanos (2. 997.437) lo que ratifica la tendencia en los últimos años de que más personas abandonan las áreas rurales y con ello las tareas agrícolas tan necesarias para abastecer con comida a la población.

En una reciente videoconferencia sostenida por Miguel Díaz-Canel con los gobernadores de las 15 provincias del país y el intendente de la Isla de la Juventud se abordó el tema de la Política Nacional de la Vivienda, un programa que puesto en vigor desde hace 3 años.

Dicha estrategia contempla la idea de construir cédulas básicas habitacionales (CBH) de tan solo 25 metros cuadrados para intentar desarrollar un programa inmobiliario mayor en menor cantidad de tiempo.

Sin embargo, el Estado aprobó un financiamiento desde el 2012 y hasta la fecha quedan pendientes de terminación 12.201 CBH. Por otra parte, están en ejecución 7.254 en diferentes etapas constructivas, en terminación 2 539 y sin iniciar 4.947.

Truco en las cifras oficiales reportadas de viviendas construidas

El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, advirtió de la mala interpretación dada al Acuerdo No. 8574 del Consejo de Ministros, que ha propiciado que hogares construidos de forma ilegal años atrás, pero que ahora se legalizan, están siendo reportados como nuevas viviendas terminadas por parte de autoridades territoriales.

El “truco” en las cifras oficiales hace imposible confiar en las estadísticas del propio gobierno.