Con poca luz y en un tabloncillo podrido entrenan los atletas de voleibol en Cuba

Regla Torres denunció el mal estado de la madera en los terrenos, lo cual aumenta los riesgos de lesión en los atletas. (Foto: José Raúl Rodríguez Robleda-Trabajadores)

Falta de iluminación, desperfectos de las cortinas, filtraciones, tabloncillos podridos, un gimnasio con pocas condiciones son algunos de los “males” que afectan a la Escuela Nacional de Voleibol (ENV), en La Habana.

“Desgraciadamente, la instalación se ha ido deteriorando. Desde que entré en el año 2013 ha ido de más a menos. Las canchas no están bien. Hay tablas podridas. El taraflex donde entrenamos ya no tiene la calidad de antes, está viejo, esa superficie necesita pegarse al tabloncillo para que no existan divisiones que pueden provocar lesiones en los tobillos”, comentó la pasadora Gretell Moreno al periódico Trabajadores.

Los atletas cubanos tienen que “ponerle corazón” y mucho más a sus prácticas para lograr buenos rendimientos. Ellos tampoco escapan a la poca motivación que sufren quienes viven en la Isla.

“Una escuela bonita y con condiciones es una motivación para entrenarse. Ver su tabloncillo limpio y sin huecos, unas varillas y red nuevas y pelotas ayuda. La responsabilidad de prepararse es nuestra, pero con las condiciones adecuadas sería mejor”, indicó Moreno.

Por su parte, Regla Torres, la mejor jugadora del mundo en el siglo XX, recordó que en numerosas reuniones denunció las filtraciones de años sobre el tabloncillo y, como consecuencia, se pudrieron “todas las tablas del terreno”.

“El presidente del país (Miguel Díaz-Canel) lo supo, porque se le explicaron todas las cosas. Enseguida se preocupó y mandó a chequearlo, se comprobó, e incluso más tarde vino otro dirigente pensando que esto estaba adelantado y no era tan así. El techo se arregló algo, pero sigue filtrando, dos de los tres terrenos del femenino están con huecos, tapados con tablas y plásticos”, añadió

Las malas condiciones, además de desmotivar, hacen difícil la preparación de los voleibolistas.

“Aquí no hay luces y así hay que entrenar. En el femenino, normalmente estaba el terreno para las juveniles y los otros dos para el equipo nacional, lo que permitía que las niñas pudieran entrenar más tiempo y nosotras sin molestarlas al lado. Debido a la situación, ahora practican de siete a nueve de la mañana y no lo vuelven a hacer hasta que llegan por la tarde de la docencia”, explicó Torres.

“Teniendo en cuenta que son atletas que no traen una sólida base, es un tiempo que pierden para desarrollarse. (…) Nuestro director ha ayudado muchísimo. Convocó a una reparación con algunos trabajadores de aquí, pero más allá nadie hizo nada y todo el mundo lo sabía”, agregó.

Según el reportaje de Trabajadores, la dirección del país pidió “darle una atención especial a varias instalaciones, entre ellas a la ENV”.

“Se priorizó trabajar en el gimnasio y con las maderas del piso… Además, se concentraron en reparar la cubierta, acción no concluida, pues las intensas lluvias demuestran que se sigue filtrando. Estamos gestionando unas mantas de techo con una empresa, y esperamos sirvan para impermeabilizar con la calidad requerida. En el proyecto está también la reparación de unos baños interiores y proyectar un bloque de dormitorios”, aseguró Yoel Pérez, encargado de la Escuela Superior de Formación de Atletas de Alto Rendimiento (Esfaar) Cerro Pelado.