Consejo de Estado pospone la rendición de cuentas de los delegados por crisis energética

En las asambleas de rendición nunca se tratan temas profundos, el castrismo maneja el asunto para sacar problemas como la recolección de basura. (Foto: Periódico Cubano)

El Consejo de Estado de Cuba ordenó posponer para el año que viene el proceso de rendición de cuenta de los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular, que estaba previsto a realizarse entre el 15 de octubre y el 30 de noviembre de 2023. La decisión se basa en la profunda crisis energética que atraviesa el país y por la cual se avizora un fin de año tétrico.

La farsa democrática correspondiente al XVIII mandato es un momento donde la población puede quejarse, de manera controlada y en los términos que determine el propio régimen castrista, por los problemas que afronta la comunidad. Precisamente uno de los asuntos que siempre ha sido detonante para protestas sociales son los apagones, razón por la cual ahora se suspenden estas reuniones barrio adentro.

La suspensión se da “teniendo en cuenta la situación que atraviesa nuestro país, con la generación eléctrica, el uso de combustible y la afectación de servicios vitales para la población, que pudiera afectar el cumplimiento de los objetivos del citado proceso de rendición de cuenta”, refiere el comunicado del Consejo de Estado.

La nueva fecha tentativa para efectuar los encuentros de los delegados con sus electores es en algún momento, aún por definir, del primer trimestre de 2023.

Desde ahora y en lo adelante, los delegados serán enviados a realizar labores de terreno en los barrios para tomar el pulso a la opinión popular y detectar si un nuevo estallido social como el del 11 de julio de 2021 estaría próximo a repetirse.

El Consejo de Estado ordenó a “los presidentes de las asambleas del Poder Popular en cada municipio, como ya se ha realizado en otras oportunidades, para que establezcan las coordinaciones necesarias con las entidades administrativas que corresponda para que liberen de sus funciones laborales a los delegados, cuya actividad laboral lo permita, y de conjunto con las organizaciones políticas, de masas y sociales, incrementen su vínculo y atención permanente con sus electores”.

Sobre los presidentes de las asambleas municipales recae la responsabilidad de informar cuáles zonas de su demarcación están más decididas a rebelarse contra el régimen debido al hartazgo por la crisis.

En ese sentido, la nota indica que se “adoptarán, además, las medidas necesarias para mantener un control y análisis sistemáticos sobre la gestión de las administraciones locales, en medio de las actuales limitaciones de recursos, en la atención y solución a los planteamientos, quejas y peticiones de la población”.