Continúan las quejas por el mal servicio del transporte público en La Habana

Habitantes de La Habana consideran que la llegada de 450 microbuses rusos para fortalecer el transporte público de esta capital no está dando resultados y solo es otra acción nefasta de las últimas que ha emprendido el gobierno de Cuba contra los operadores de unidades privadas.

Los más de un millón 400 mil personas que en promedio utilizan dicho tipo de transporte están sufriendo para llegar a sus destinos en medio de este conflicto, en el que los taxis ruteros son los principales beneficiados con el arribo de dicho número de microbuses.

“Se ha estado tratando de suplantar a los boteros por ruteros, está demostrado que los choferes particulares son los únicos capaces de mantener funcionando eficientemente sus vehículos”, comentó Carlos Alberto, un comerciante ambulante de 46 años.

Asimismo, aseguró que es comprensible la insatisfacción de la gente ante un servicio de transporte que no se ha podido resolver durante décadas. Añadió a su comentario que los boteros andan con libertad sin apegarse a las 20 rutas establecidas por el gobierno y por tal motivo cobran lo que quieran.

“Como en estos momentos no hay ómnibus para moverse, el pasajero de a pie tiene que pagarles o fajarse durante horas para dar con un rutero o una guagua”, manifestó.

Un estudiante de arquitectura de nombre Raúl aseguró que las autoridades tienen la obligación de garantizar servicios públicos, a quienes tienen bajos ingresos pero esto no debe ser pretexto para impedir que quienes ganan más dinero puede tener entre sus opciones al transporte privado.

“Cuba tiene que renunciar al igualitarismo, las soluciones en la economía se basan en eliminar regulaciones, no en implantar más. Pudieran facilitarle más vehículos para uso particular a médicos, maestros, científicos, ingenieros y otros trabajadores, y a la vez darle la oportunidad a los particulares de comprar carros nuevos que reemplacen sus viejos almendrones”, indicó.

Para el joven de 21 años no se está arreglando de forma definitiva el problema y solo se están haciendo remiendos, que provocan que el cubano gaste más dinero en unidades viejas procedentes de Rusia, ya que provoca la existencia de más ruteros que guaguas.

Carlos Gutiérrez, usuario de Internet, comentó por esta vía que a finales de los años 80 Cuba vivió su mejor momento en el servicio de transporte público, porque se registraban alrededor de 30 mil viajes diarios que transportaban a cuatro millones de pasajeros.

“Esto se hacía con ómnibus no tan deteriorados como los que tenemos hoy, con suministro de piezas y combustible garantizado por el ex-campo socialista, antes se trabajaba de otra manera y había más disciplina social”, recalcó Gutiérrez.

El problema del transporte no solo se da en La Habana, señaló un informático oriundo de la ciudad de Holguín, quien asegura que mientras se da prioridad a la capital, en las provincias aun es normal que existan transportes en coche tirado por caballos, motos y camiones.

“Cada vez estamos más para atrás. Somos sencillamente áreas verdes que reciben los ruteros destartalados cuando ya no los quieren más en La Habana”, manifestó.

El ingeniero industrial Rainer de 32 años comentó que La Habana ya debe estar a la altura de las grandes ciudades y tener un servicio de metro o trenes.

“Tanto los ruteros como los boteros son pan para hoy y hambre para mañana. No dejamos de apelar a soluciones a corto plazo que no van al fondo del asunto”, apuntó.

Explicó que actualmente se tienen que usar por lo menos 240 pesos del salario para moverse porque las rutas están a cinco pesos para ir y regresar del trabajo, por lo que, agregó, la capital cubana se encuentra paralizada con una desorganización que enriquece a pocos y molesta a la población en general.

“Apenas hace tres meses que empezaron el ensayo y solo hay indisciplina y descontrol: ruteros cobrando 3 CUC y circulando por donde les parece mejor; boteros cobrando 1 CUC por persona, aunque sea por tres cuadras y ómnibus picando el recorrido”, dijo el ingeniero.

También comentó que mientras existan choferes corruptos de nada sirve integrar al servicio carros nuevos a las rutas porque cobran como boteros, ante esto, propone que los se deberían rentar unidades a los particulares para que duren más y se deterioren menos.

Con Información de CubaDebate