Convierten central azucarero de Cienfuegos en ranchón para el turismo

Las autoridades de gobierno en Cienfuegos revelaron planes para convertir el central Carolina, otrora símbolo de la industria azucarera del país y abandonado por décadas, en un ranchón turístico, aunque cada año se incumplen las proyecciones oficiales de visitantes extranjeros a Cuba.

Según la prensa oficialista, el proyecto tiene por nombre “Carolina: Azúcar, tradición y cultura”, y fue ideado por investigadores de la Universidad de Cienfuegos y la empresa estatal Tecnoazúcar.

El objetivo es construir en las ruinas del ingenio un “centro de interpretación del patrimonio” cubano que incluye la gastronomía. En el ranchón-cafetería se servirán platos que tradicionalmente preparaban los esclavos que trabajaban en la industria azucarera.

Otras atracciones incluyen senderos para paseos a pie y a caballo, ofreciendo una inmersión directa en la belleza natural y cultura del entorno. Además, está en planificación una ruta en barco por el río Damují, emblemático canal por donde antiguamente se transportaban las mieles producidas en el ingenio Carolina.

Hasta el momento no hay una fecha de inauguración del proyecto. A pesar de que el país atraviesa por una severa crisis económica, los recursos para desarrollar el turismo, controlado por los miliares de Gaesa, siempre aparecen en detrimento de las necesidades de la población, como el acceso a una vivienda digna.

El lugar, fundado en 1835 por el norteamericano William Hood Clemens, fue el asentamiento azucarero más importante del territorio y uno de los principales enclaves de la ruta del azúcar en la Isla. Sin embargo, con el paso del tiempo, sufrió un progresivo deterioro que le hizo perder su condición de Monumento Local.

La zafra azucarera no logra satisfacer la demanda interna de azúcar

El continuo cierre de centrales azucareros, una orden de Fidel Castro que comenzó a ejecutarse a inicios de los años 2000, ha traído como consecuencia que las zafras azucareras no logren satisfacer la demanda interna de azúcar.

Luego de los resultados desastrosos de las dos últimas zafras azucareras, donde no se llegó al millón de toneladas de azúcar, la campaña 2022-2023 culminó en mayo pasado con tan solo 350.000 toneladas, lo cual constituye un desplome histórico no visto desde el siglo XIX.

La zafra 2022-2023 fue anunciada como pequeña, pues la estrategia era que molieran apenas 23 centrales, la cifra más baja en los últimos 110 años. Se aspiraba a que trabajaran solo las industrias más eficientes, pero al parecer no se tuvo en cuenta que el traslado de caña desde zonas alejadas de los pocos centrales activos iba a generar más gastos.