ESTADOS UNIDOS
Coronavirus en Nueva York, peor que el ataque terrorista a las Torres Gemelas
El número de muertos por la pandemia en la Gran Manzana superó a los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001
La cifra de muertes en la ciudad de Nueva York por coronavirus alcanzó el pasado martes un total de 731 para alcanzar un acumulado de 3.202, lo cual rebasa los fallecimientos provocados por el ataque terrorista a las Torres Gemelas el fatídico 11 de septiembre de 2001.
En todo el estado, los muertos ascienden a 5.489, según el último parte informado por el gobernador demócrata Andrew Cuomo.
Coronavirus en Nueva York, peor que el ataque terrorista a las Torres Gemelas.
El Covid-19 ha logrado que la Gran Manzana se convierta de nuevo en la Zona Cero de una tragedia nacional y el epicentro de la pandemia en la nación que por estos días amenaza el estado de bienestar y las libertades individuales de los individuos.
“El 11 de septiembre transformó a la sociedad… Uno tenía una sensación de vulnerabilidad que nunca había tenido antes, y que se siente hasta hoy en día”, dijo Cuomo en días anteriores previendo que lo peor está por venir.
“Detrás de cada uno de esos números hay un individuo, una familia, una madre, un padre, una hermana, un hermano. Entonces, mucho dolor nuevamente para muchos neoyorquinos”, expresó el gobernador en una entrevista con la CNN.
El estado de Nueva York, con una población de casi 20 millones, ahora tiene más casos confirmados de coronavirus que Italia, una nación de 60 millones que fue la primera en Europa en ser devastada por la enfermedad.
Una investigación del New York Times que comparó la situación del estado con Italia reveló similitudes que incluyen varios “pasos en falso” de parte de las autoridades al retrasar la implantación de medidas para cortar la expansión del virus. Por ejemplo, se retrasó el cierre de las escuelas.
El presidente Trump, quien inicialmente restó importancia a la amenaza planteada por la epidemia, advirtió que los estadounidenses enfrentaron una semana de muerte y pena. Y seguramente no será el último, ya que el virus se propaga rápidamente en otras partes del país y muchos estados aún no han sentido la ira del patógeno.
