Cuba al borde de otro colapso eléctrico, inicia semana con más de 1.858 MW de déficit

Entre las justificaciones más recientes de las autoridades mencionan la avería de la unidad No.1 de la CTE de Felton. (Captura de pantalla © Canal Caribe – YouTube)

Cuba comenzó la última semana del mes de abril con un déficit energético de 1.858 megawatts (MW), una de las cifras más altas registradas en lo que va de año, según reportes oficiales del Ministerio de Energía y Minas. La situación coloca al país nuevamente al borde de un colapso eléctrico, con apagones generalizados que afectan a todo el territorio nacional con cortes de más de 20 horas diarias.

El pasado domingo, el déficit alcanzó los 1.767 MW en el horario pico de las 20:30. Según Félix Estrada Rodríguez, director del Despacho Nacional de Carga de la Unión Eléctrica, la demanda eléctrica nacional ronda los 3.450 MW, mientras que la capacidad de generación disponible apenas supera los 1.600 MW.

La brecha entre oferta y demanda se traduce en interrupciones prolongadas del servicio eléctrico. En la medida que avance el calendario y lleguen los días de verano con mayor calor y consumo eléctrico, el déficit será mayor y cualquier situación en las redes provocará un apagón total.

Entre las justificaciones más recientes de las autoridades mencionan la avería de la unidad uno de la Central Termoeléctrica (CTE) Lidio Ramón Pérez, en Felton. Un fallo en el conducto de drenaje de la caldera obligó a la salida de la planta el pasado fin de semana. Aunque las tuberías no mostraban daños visibles, la elevada presión y temperatura impidieron a los técnicos intervenir de inmediato. Las reparaciones podrían tomar al menos 48 horas si no surgen complicaciones adicionales.

La situación se agrava con la salida de servicio de la unidad 5 de la CTE de Nuevitas, con una capacidad de 70 MW, y la unidad 5 del Mariel, también inactiva. Varias plantas permanecen en mantenimiento programado, incluyendo Santa Cruz 2, Cienfuegos 3 y 4, y Renté 5.

La crisis no solo proviene de las plantas térmicas. La generación distribuida sufre un parón casi total. Un total de 77 centrales están fuera de operación por falta de combustible, lo que representa un déficit adicional de 544 MW. Otros 82 MW se pierden por escasez de lubricantes. La Patana de Regla también permanece inactiva por la misma razón. Por lo tanto, hasta los habitantes de La Habana, siempre protegidos por el gobierno están recibiendo su alta dosis de apagones.

La prometida energía solar tampoco ofrece alivio suficiente. Ocho parques solares aportaron en conjunto 923.6 MW durante el sábado. Aunque significativo, ese volumen sigue siendo insuficiente frente a la creciente demanda y dicha energía solo está disponible en el horario pico solar.

La respuesta ciudadana ha sido de abierta indignación. En redes sociales, cubanos dentro y fuera del país critican la gestión del sistema eléctrico y expresan su agotamiento. Comentarios como “Ya estamos cerca del colapso” y “Vamos por más, pero por más miseria” evidencian el hartazgo popular ante una situación que no muestra señales de mejora.

Las críticas también apuntan a la centralización del servicio en zonas privilegiadas como La Habana, en detrimento del resto del país. Otros usuarios denuncian apagones en hospitales, mientras se protegen circuitos vinculados a instalaciones agroindustriales, como granjas de pollos, una decisión que muchos califican de insensible.

La gestión gubernamental es blanco de las quejas más contundentes. Frases como “Esto es un experimento maquiavélico” o “Cada día se superan en ineficiencia” reflejan la percepción de que no se trata solo de fallas técnicas, sino de un sistema agotado que requiere reformas de fondo. La crisis energética, lejos de ser coyuntural, se ha convertido en un símbolo del deterioro estructural que enfrenta el país.