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Cuba busca a una empresa china para rescatar el ferrocarril tras el abandono de los rusos
Uno de los objetivos del acuerdo es la importación de piezas de repuesto para locomotoras chinas
El régimen cubano firmó un contrato con la compañía china Beijing Fangian Technology Co. Ltd para comenzar la recuperación de la decadente infraestructura de ferrocarril de Cuba tras quedar inconclusos los planes que en su momento se trazaron con el gobierno ruso.
Ahora la estatal Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) busca a un socio chino con el objetivo de restaurar los talleres ferroviarios y locomotoras de la empresa Ferromar, ubicada en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, además de importar partes y piezas de equipos ferroviarios, según advierte al periódico oficialista Granma, el director general de la UFC Luis Roberto Roses Hernández.
La información no ofrece detalles sobre los montos de inversión de la empresa china y solo transcendieron evaluaciones cualitativas. Roses Hernández indicó que la asociación con Beijing Fangian Technology “permitirá la adquisición de las piezas necesarias para el mantenimiento de las locomotoras chinas de alto porte y el mejoramiento gradual de su fiabilidad, que garanticen un servicio de mejor calidad en las transportaciones de cargas y pasajeros”.
Los acuerdos firmados en octubre de 2019 con la compañía estatal rusa RZD (Ferrocarriles de Rusia) nunca se concretaron a cabalidad y solo se materializaron con el envío a Cuba de varias locomotoras desde ese país euroasiático.
Tal y como sucedió con los planes de modernización de la central termoeléctrica del Mariel, los rusos abandonaron los proyectos ante el impago de la parte cubana. En el caso de la inversión para aumentar la capacidad de generación eléctrica, solo se debía aportar un pago inicial ascendente al 10% del total del proyecto, pero los comunistas cubanos argumentaron que no tenían los 200 millones de euros disponibles.
En el caso del proyecto de modernización del ferrocarril, que incluía la restauración de más 1.000 kilómetros de línea férrea con tecnologías y equipos de producción rusa, sucedió algo similar. El proyecto estaba valorado en más de 2.300 millones de dólares, pero Cuba no pagó la cuota inicial que le correspondía y los rusos detuvieron la inversión.
Conociendo el comportamiento de impagos de las autoridades castristas, no se sabe bajo qué condiciones los chinos aceptaron el trato de invertir en el ferrocarril cubano.
La firma de los contratos tuvo lugar en el marco de la Feria Internacional del Transporte y la Logística (FITL-2022) que se celebró en La Habana.
Al evento asistieron Jorge Luis Perdomo Di-Lella, vice primer ministro, Eduardo Rodríguez Dávila, Betsy Díaz Velázquez y Juan Carlos García Granda titulares de Transporte, Comercio Interior y Turismo, respectivamente, además Rubén Ramos Arrieta, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Cuba.