Cuba dice que es “prematuro” culpar a la fumigación por dolencias de diplomáticos de Canadá y EEUU

Después de que un estudio revelara que uso de insecticidas para la fumigación contra el mosquito Aedes Aegyptien Cuba podría ser el causante de los padecimientos de los diplomáticos canadienses en La Habana, el Gobierno de Miguel Díaz-Canel ha emitido sus primeras declaraciones.

De forma rápida, las autoridades cubanas avalaron la nueva teoría y la catalogaron de “intento serio” el de tratar de explicar los acontecimientos, que en un inicio se habían relacionada con un supuesto empleo de armas acústicas suministradas por Rusia.

El Gobierno comunista y el Ministerio de Salud Pública (MINSAP), en particular, se limpió las manos al decir que siguen los protocolos internacionales de fumigación.

“Para combatir a los mosquitos se han respetado los protocolos establecidos internacionalmente, incluidas las normas de la OMS y OPS (organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud), y los procedimientos establecidos por los fabricantes de estos agentes químicos”, precisaron las autoridades.

Las conclusiones del estudio indican que las causantes de las lesiones cerebrales son las neurotoxinas que estaban presentes en los compuestos utilizados para la fumigación contra el mosquito portador del dengue y el zika. Además de establecer que los diplomáticos y sus

En un artículo publicado por el portal digital Cubadebate se afirma que “los resultados de la investigación de la Universidad de Dalhousie confirman que el gobierno cubano no tiene nada que ver en las afectaciones de salud del personal diplomático”, que condujo a una drástica disminución de la presencia de la misión canadiense en Cuba.

Aunque expertos cubanos entrevistados como el Doctor en Ciencias Mitchell Joseph Valdés-Sosa, director general del Centro de Neurociencias de Cuba, afirma que “es prematuro llegar a conclusiones. Ya se han iniciado intercambios entre los científicos de Canadá y el Comité de Expertos cubano para avanzar a corto plazo en más estudios en nuestro país”.

El Doctor Valdés-Sosa señaló que los canadienses hicieron las pruebas a un pequeño grupo del personal diplomático que se retiró de La Habana, “no a todos, porque algunos no tenían una justificación médica para examinarlos. Algo que también se deduce cuando se realiza un examen cuidadoso de lo que han publicado los propios norteamericanos”.

El informe final del estudio de los científicos canadienses resalta que “a diferencia de los informes previos de diplomáticos estadounidenses, la mayoría de los canadienses no describieron un estímulo auditivo o sensorial agudo, direccional e inusual, sino un desarrollo gradual de síntomas debilitadores”.

Con información de DDC