Cuba, ciberclarias y democracia: una batalla desleal

Democracia es ante todo alternancia en el poder, depositar en las urnas la voluntad popular, sin trampas, acorde a los principios básicos de la soberanía bajo escrutinio y supervisión internacional. Estas son las reglas de la democracia vitales para garantizar transparencia y legalidad. Democracia es libertad de expresión, pluralismo político, respeto a la propiedad, igualdad ante la ley.

En Cuba no hay elecciones presidenciales ni pluripartidismo ni prensa libre. Los opositores son presos y asesinados, mientras las universidades están vetadas para quienes piensen distinto. Es esta la cruda verdad de un régimen podrido y asesino. Entonces, cómo explicarnos la defensa a ultranza de una tiranía de corte totalitario por un puñado de mercenarios de la información. Es difícil de explicar; pero urge y es hora de exponer la verdad.

En setiembre del 2002, nació la UCI, Universidad de Ciencias Informática, creada por Fidel, cuyo objetivo claramente definido era defender la revolución. De este recinto surgió un grupo de estudiantes cuya misión era manipular la Información a través de las redes sociales, captando a jóvenes como terroristas de la información.

Mentir su tarea. Estas ciberclarias, junto a personeros de la Seguridad del Estado comenzaron a entretejer un vasto programa de mentiras, amenazas y chantajes que caracterizaron toda esta etapa. Hoy el panorama no ha cambiado. El régimen paga sobornos, chantajes, a siervos esclavizados.

Limosnas son otorgadas como premio a tan funesta lealtad, tiempo de conexión, recargas, planes de datos son solo algunos de estos métodos. Es preciso destacar que mientras unos esconden sus rostros en cuentas falsas, otros muestran su mala entraña.

El gobierno utiliza toda su maquinaria de presión, propia de una dictadura podrida, con tal de defender su supervivencia, en medio de una crisis que abarca toda su estructura socio-económica. No hay agua, ni medicinas, no hay alimentos y el hambre toca a las puertas de la familia cubana. Defender lo indefendible es la tarea encomendada.

La intriga al servicio de la traición. El hambre como palanca de sumisión. Ignorancia y fanatismo los dos pilares de Edmundo García y la joven Yadira Escobar. Estas personas sin escrúpulos que Intervienen, carentes de parque para una discusión seria, son una vergüenza dentro de un pelotón de fracasados que venden su alma al diablo. De ese modo van asomándose a su destino. El estigma de ser traidores a su pueblo.

Personajes de este tipo en Tierra de Libertad, quizás son sus máximos exponentes. Edmundo y Yadira ambos convencidos de contar con un talento del que realmente carecen. El primero es hoy una caricatura de lo que fue e incapaz de coordinar dos ideas a la vez y ha sido lanzado por la fuerza al estercolero de la historia. La otra es una pícara y traviesa oportunista buscando aguas donde pescar. Se presenta como una vedette en cualquier espacio televisivo; buscar y robar pantalla es su objetivo primario.

Su conocimiento sobre Cuba quizá quepa en un grano de maíz. Su discurso adornado con una sonrisilla estudiada y poses de modelo, pesan tanto que resulta tortuoso escucharla un par de minutos. Son dos miserables maestros de vilezas y golpes bajos; gente sin ética que cambian su valor por un plato de lentejas.

Sabemos que no son los únicos, hay otros en las tinieblas más peligrosos que se visten de patriotas y es hora de conocerlos. Por eso llamo a la atención al mundo que se mueve en las redes sociales.

Me irrito, cuando veo lo fácil que cae el cubano ante palabras melosas Preciso recordar que ‘’los comunistas no conocen la democracia, la pisotea’’ como dijo Jairo Hernández, joven opositor cubano.

Por Cuba enfrentemos con perspicacia las intrigas de los conocidos y de los que se pasean de traje entre nuestra gente. Esos son aún más peligrosos.

Lic. Jorge L León.
Julio 03/2020

Artículo de opinión publicado bajo la Política de Renuncia de Responsabilidad de Periódico Cubano