Cuba ingresó casi 214 millones de dólares por exportación de alimentos en 2018

El gobierno de Cuba ingresó cerca de 214 millones de dólares por concepto de exportación de alimentos al cierre del pasado año, mientras el país se ve envuelto en una de sus peores crisis alimentarias por la escasez de productos básicos como la harina, el aceite y los huevos.

Según trascendió en el balance anual del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal), Cuba incumplió en la exportación de diez producciones seleccionadas, entre ellas carne de res deshuesada, carnes en conservas, leche en polvo, yogur de soya, café torrefaccionado, harina de trigo, aceite vegetal refinado, y harina de soya para pienso y cerveza.

Aunque el Minal ejecutó inversiones por un valor de 174 millones de pesos, mayoría de estos productos todavía no están al alcance de la población debido a sus altos precios y su producción destinada casi exclusivamente a la industria turística y a la comercialización en otros países.

En el encuentro se informó además que, en 2018, se mantuvieron como las mayores insatisfacciones de la población, la insuficiente oferta en relación con la demanda, la sustitución del yogur de soya por mezcla para batido en la canasta familiar normada y la mala calidad de varias producciones, en particular la de los productos cárnicos y el pan de la canasta familiar normada.

De acuerdo con los datos presentados en el balance, el 2018 estuvo signado por incumplimientos en las entregas de materias primas agropecuarias y por los efectos de las restricciones financieras, situación que, unida a problemas subjetivos, limitó los aportes del sector a la economía del país.

Las metas para el 2019 “siguen siendo tensas, pero alcanzables”, dijo la titular del Minal, Iris Quiñones Rojas, y estarán dirigidas, sobre todo, “a lograr una mayor satisfacción de las demandas de la población”.

Sobre las importaciones, autoridades del sector indicaron que anualmente Cuba recibe unos 500 millones de dólares de productos alimenticios industrializados, de los cuales una parte puede ser producida por la industria nacional, como aguas, jugos, mariscos, instantáneos y refrescos.

“Todavía no existe un mecanismo efectivo que regule las compras en el exterior, para evitar la salida de liquidez innecesaria, si bien la fabricación interna no es suficiente en cantidad y calidad para sustituir todas las importaciones”, refiere la nota.