Cuba rebasó los 2.000 contagios de COVID-19 en cinco días

Cuba es uno de los países que presenta un repunte de contagios de COVID-19 desde la aparición de la cepa ómicron. (Foto: Periódico Cubano)

Cuba es uno de los países que presenta un incrementó de contagios de COVID-19, desde que la variante ómicron empezó a propagarse en el mundo por ser una cepa muy contagiosa.

Los últimos informes emitidos por el Ministerio de Salud Pública (Minsap) demuestran que al cierre del 3 de enero se detectaron 673 contagios y en la más reciente jornada se reportan 2.174 infectados.

Las autoridades sanitarias de la Isla informaron que la mayoría de los últimos casos positivos ocurrieron en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Mayabeque, Camagüey y Las Tunas.

Además, se reportó la muerte de un hombre entre la edad de 90 años y más que era oriundo de la provincia de Sancti Spíritus. El paciente presentaba las comorbilidades de cardiopatía isquémica crónica, diabetes mellitus, hipertensión arterial y una enfermedad renal crónica.

Según el informe, 6.587 personas infectadas presentan una evolución clínica estable, mientras que 35 se encuentra en condiciones graves y cuatro presentan riesgo de morir. Desde que inició la pandemia se han detectado 974.687 casos positivos y 8.326 fallecidos en la Isla.

Esta semana se empezaron a aplicar en Cuba medidas preventivas para tratar de evitar el ingreso de viajeros contagiados. El gobierno anunció que desde el 5 de enero se pide en los puntos de entrada pruebas negativas de PCR-RT y también un esquema completo de vacunación contra COVID-19.

Además, estarán aplicándose pruebas aleatorias de PCR-RT a viajeros procedentes de países con un alto índice de contagio como Estados Unidos.

Las personas que den positivo a este reactivo de manera obligatoria deberán cumplir con una cuarentena de ocho días en un hotel; los gatos de hospedaje, transportación y comida correrán por su cuenta.

Autoridades de Villa Clara pusieron en marcha restricciones para prevenir contagios como el cierre de discotecas, restaurantes y centros nocturnos que se encuentren en locales cerrados.

A ello se le suma que los centros de expendido de alimentos con ventilación al aire libre solo pueden funcionar a un 50% de capacidad y entre los comensales se requiere un distanciamiento entre uno a dos metros.

Los cubanos corren un alto riesgo de contagiarse de ómicron porque, según el científico Daniel García Rivera, los nasobucos de tela distribuidos en la Isla no cuentan con la capacidad de protección ante esta cepa.

“La verdad es que tu nasobuco, el mío, el nuestro, lo más probable es que no nos proteja de la infección con una variante tan contagiosa como ómicron. En espacios cerrados, es como si fuera un escudo de hojalata contra una bala trazadora, piensa que ómicron ha llegado al límite de transmisibilidad de los virus que contagian humanos, que es el sarampión”, advirtió García Rivera.