Cuba registró 136 incendios forestales entre enero y marzo

La provincia más afectada por los incendios forestales en el actual año es Pinar del Río, con más de 400 hectáreas dañadas. (Captura de pantalla de referencia © Tele Pinar – YouTube)

Cuba registró 136 incendios forestales desde el 1 de enero hasta el 3 de marzo del actual año. Estos siniestros devastaron cientos de hectáreas de bosques en diversas provincias, según un informe del Cuerpo de Guardabosques de la Isla (CGC).

Los incendios han afectado principalmente a las provincias de Pinar del Río, Isla de la Juventud y Cienfuegos, lo que ha generado una grave preocupación por la pérdida de vegetación y la creciente amenaza ambiental.

En el territorio de Pinar del Río ocurrieron 30 incendios que dañaron 479 hectáreas; la Isla de la Juventud presentó 23 incendios y una afectación de 813 hectáreas; y Cienfuegos, alcanzó los 19 incendios que destruyeron 46 hectáreas.

Estas tres áreas representan el 68% de los incendios ocurridos en todo el país. Entre las especies más perjudicadas figuran el Macurije, el Almácigo, la Gúasima y el Jobo, fundamentales para el equilibrio ecológico del país.

A pesar de los esfuerzos del CGC y las autoridades locales, el control de los incendios se ve seriamente obstaculizado por la crisis económica que atraviesa el país. La escasez de combustible es uno de los principales problemas, lo que dificulta el traslado oportuno de los equipos de emergencia a las zonas afectadas.

En ocasiones, los bomberos han experimentado demoras en la respuesta debido a la falta de vehículos operativos o a la escasez de diésel para alimentar a las unidades, mientras el fuego se iba propagando en las zonas afectadas.

La situación también enfrenta la falta de equipos especializados como mangueras de alta presión, bombas de agua y trajes ignífugos. Los brigadistas se ven obligados a trabajar con herramientas rudimentarias, lo que incrementa los riesgos para su seguridad y la eficacia en la lucha contra el fuego.

Otro factor que ha contribuido a la propagación de los incendios es la ausencia de un sistema de detección temprana. En lugar de contar con torres de vigilancia equipadas con tecnología de monitoreo, muchos de los incendios son reportados por habitantes locales o viajeros que los detectan a simple vista, lo que aumenta la dificultad para controlar los focos a tiempo.

El CGC ha señalado que el 95% de los siniestros son provocados por negligencia humana, específicamente por la violación de normas de seguridad. Las principales causas incluyen la quema descontrolada de terrenos, colillas de cigarro arrojadas por fumadores y transeúntes, vehículos con desperfectos técnicos que generan chispas y actividades ilegales como la caza furtiva. Además, las condiciones climáticas adversas, como la sequía y el acumulado de material combustible, sumadas al cambio climático, agravan la situación.

Para contrarrestar esta problemática, el CGC ha lanzado su Campaña de Protección contra Incendios Forestales, que se lleva a cabo entre enero y mayo, antes del inicio de la temporada ciclónica.

Esta campaña involucra a organismos estatales, organizaciones sociales y la población en general para fortalecer las medidas preventivas y reducir el impacto de los incendios forestales en el país.