Restauran filme “La muerte de un burócrata” para el festival del Cine de La Habana

Con ayuda de un nuevo equipamiento, especialistas cubanos han terminado la restauración de una copia de la exitosa película “La muerte de un burócrata”, dirigida por Tomás Gutiérrez Alea “Titón” en 1966. El objetivo es exhibirla como parte de la 41 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana.

La cita, que se desarrollará desde el 5 al 15 de diciembre próximo, estrenará una cinta restaurada por el ICAIC con la colaboración de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood, luego de una presentación en el 76 del Festival Internacional de Cine de Venecia.

Luciano Castillo, director de la Cinemateca de Cuba, informó en conferencia de prensa que el trabajo de restauración fue muy bueno y que la película “parece haber sido filmada hoy mismo, esta sitúa en el centro de atención a la burocracia, ese arte de convertir lo fácil en difícil por medio de lo inútil”.

Sobre Titón, Castillo dijo que “tenía la posibilidad y el ánimo de satirizar con saña a la burocracia, de la que todos alguna que otra vez hemos sido víctimas”.

“La viuda y el sobrino de aquel Miguel Ángel de los humildes, que muere en un accidente de trabajo, tropiezan con innumerables obstáculos hasta enfrentar al burócrata administrador del cementerio, negado a aceptar el cadáver sin una orden de exhumación”, reseñó.

La sinopsis de la cinta cuenta como Francisco J. Pérez, El Tío Paco, trabajador ejemplar de una fábrica de bustos en serie del héroe de la revolución José Martí, cae por accidente dentro de la máquina que él mismo ha inventado y maneja, que lo despedaza y devuelve convertido en el busto que servirá para su propia tumba.

Sus compañeros deciden en asamblea relámpago rendirle el mejor homenaje, consistente en enterrarlo con su carnet laboral, símbolo de su condición obrera. Cuando su viuda, acompañada de su sobrino, va a reclamar la pensión a la que tiene derecho, el funcionario de turno le pide el carnet laboral. A partir de ese momento la película encadena una serie de situaciones cada cual más enloquecida.

Además de este icónico filme, también se exhibirán en la 41 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, otros clásicos restaurados como La vendedora de rosas, de Colombia; El Norte, de Estados Unidos; El Castillo de la pureza, y El grito, ambas producciones mexicanas; y Juliana, de Perú.