Cubano arrestado en Hialeah por delito grave con máscara de Halloween

José Puig ingresó supuestamente dos veces al lugar donde cometió un crimen grave. (Foto: Archivos del condado de Miami-Dade)

La policía de Hialeah arrestó a un cubano de 34 años, identificado como José Ángel Puig Mayol, después de que presuntamente se acercara por detrás a una persona en la sala de juegos Venus Arcade y le disparara en la parte posterior de la cabeza.

Según Local 10, el sospechoso ocultó su rostro con una máscara de Halloween, aunque previamente había entrado al establecimiento sin nada en la cabeza.

El crimen sucedió poco después de las 9:30 p.m. del pasado viernes en el 3772 W. 12th Ave. de Hialeah. Cuando ingresó por primera vez a la sala de juegos, Puig Mayol fue expulsado por un empleado al no tener una identificación.

Luego, el presunto delincuente ingresó por segunda vez al sitio llevando la máscara y dirigiéndose sigilosamente hacia la parte trasera del lugar, para luego dispararle a la víctima, quien en ese momento estaba completamente ajena a la amenaza.

Toda la secuencia de eventos quedó registrada en las cámaras de vigilancia del local. Tras cometer el acto, Puig Mayol emprendió una huida frenética, saltando vallas de casas cercanas. Terminó bajo arresto cuando trató robar una camioneta estacionada en 1475 W. 38th Place como parte de su escape.

La víctima del ataque fue trasladada de urgencia en avión al Ryder Trauma Center del Jackson Memorial Hospital. El informe policial no especifica si el agresor conocía al herido ni cuál pudo haber sido el motivo de la agresión.

Las investigaciones preliminares señalaron que Puig Mayol es un ciudadano sin hogar. Actualmente, se encuentra bajo custodia en el Centro Correccional Turner Guilford Knight, donde enfrenta cargos de intento de asesinato en primer grado, así como dos cargos de robo y un cargo por conducta criminal.

El antillano no tiene derecho a fianza. Según las leyes de Florida, una persona encontrada culpable por un caso de intento de asesinato podría enfrentar una condena de hasta 15 años de privación de la libertad, y la obligación de pagar una multa de un máximo de 10.000 dólares.

Si la víctima llega a fallecer a causa directa del impacto de bala, entonces la acusación podría ser cambiada a homicidio en primer grado, cuya sanción es la cadena perpetua o la pena de muerte.

Para obtener una condena por asesinato en primer grado, el fiscal estatal debe demostrar de manera convincente elementos clave, a saber, “más allá de una duda razonable”. El principal de ellos es la premeditación de las acciones violentas.