Cubano enfrenta cargos en Miami por presunta agresión a su madre

Jesús Hernández podría recibir hasta 30 años de prisión por agredir a su madre. (Captura de pantalla © América Tevé – YouTube)

Jesús Hernández, un cubano de 25 años, enfrenta cargos por agresión y alteración de evidencias luego de un altercado con su madre de edad avanzada. El incidente tuvo lugar mientras la mujer conducía un automóvil con su hijo como pasajero en el asiento trasero.

La situación comenzó con una disputa verbal entre ellos, pero escaló rápidamente a violencia física, resultando en lesiones para la señora de la tercera edad. Este caso ha vuelto a poner de relieve la creciente preocupación sobre el abuso a personas mayores en el estado de Florida, particularmente en Miami, donde reside una importante población de ancianos.

Según la ley del estado naranja, el abuso de personas mayores se define como una agresión física, emocional, sexual o financiera infringida a ciudadanos con una edad a partir de los 60 años. La gravedad de las acusaciones puede variar según el grado de las lesiones.

En casos donde el maltrato no resulta en lesiones graves o discapacidades permanentes, se considera un delito grave de tercer grado, con penas que pueden alcanzar hasta cinco años de prisión y multas de hasta 5.000 dólares (USD). Sin embargo, si el abuso resulta en lesiones graves o discapacidades permanentes, se considera un delito grave de primer grado, con penas que pueden llegar a 30 años de prisión y multas de hasta 10.000 USD.

Cubana detenida por agredir a una persona anciana en Miami

El caso de Hernández no es el único ocurrido en los últimos días. Recientemente, María Arteaga, una cubana de 51 años, fue arrestada por presuntamente agredir a una persona de la tercera edad en un complejo de viviendas en Miami. Según los informes policiales, el incidente ocurrió después de una discusión acalorada en el inmueble ubicado en el número 95 de la calle 71 del noreste de esta ciudad, al sur de Florida.

La víctima había acudido a solicitar que se redujera el ruido proveniente del apartamento de Arteaga y sus familiares. Sin embargo, la situación se volvió violenta cuando Arteaga, al parecer, reaccionó violentamente ante las constantes quejas de su vecino.

La policía de Miami respondió a una llamada de emergencia de un testigo que presenció la confrontación, lo que resultó en el arresto de Arteaga. Durante la comparecencia de la sospechosa, una magistrada le asignó un abogado público para su representación legal y también impuso una orden de alejamiento con varias restricciones mientras se revisa el caso en profundidad.