Culmina Festival de Cine de Gibara en medio de una profunda crisis nacional

Como cada año, el evento incluyó ponencias, debates, presentación y conciertos. (Foto: Festival Internacional de Cine de Gibara -Foto Facebook)

El Festival Internacional de Cine de Gibara cerró sus jornadas recientemente, con la entrega de su máxima distinción, los premios Lucía, en varias categorías, y la convocatoria a la nueva edición del próximo año.

Tras cuatro días de jornadas que incluyeron ponencias, debates, presentación y conciertos, el evento fundado por el cineasta Humberto Solás en el 2003, contó en esta oportunidad con nueve largometrajes de ficción, 17 documentales, 11 cortos de ficción y siete cortos animados

La cinta argelina Papicha, dirigida por Mounia Maddour, se llevó el premio por Mejor largometraje de ficción, mientras que El hijo muerto, del realizador cubano Maysel Bello, mereció el galardón en el apartado de cortometrajes. Por su parte, Los criminales, una coproducción europea dirigida por Serhat Karaaslan, obtuvo un laurel especial.

Ophir se alzó como Mejor documental, La comunión de mi prima Andrea, del español Brandán Cerviño, logró el premio a Mejor corto documental; mientras que Calamity, de Remi Chayé, lo obtuvo en Mejor animación.

El actor cubano Jorge Martínez, mereció el Premio Lucía de Actuación Masculina, por su trabajo en el filme Últimos días en La Habana, del director Fernando Pérez, así como se reconoció la trayectoria de la compañía de danza contemporánea Codanza por sus tres décadas de fundada.

Algunos de los artistas más queridos de las pantallas cubanas, se volvieron a encontrar en Gibara, como el propio Martínez, René Cruz, Bárbaro Marín y Néstor Jiménez. (Foto: Festival de Cine Internacional de Gibara-Facebook)

Sin embargo, no han sido pocos los detractores de este evento, debido sobre todo a la caótica situación que vive actualmente Cuba, por lo que muchos han considerado de “pan y circo”, la celebración del Festival, a modo de desvirtuar la atención del país y de los problemas que vive a diario.

Por su parte, algunos de los realizadores han declarado a medios de prensa independiente que, para Gibara, el evento se convierte en un “oasis en medio del desierto” de sinsabores del día a día que consume a los cubanos.

Asimismo, el comité organizador afirma que el evento impulsa la reactivación turística de la llamada Villa Blanca de los Cangrejos. El grupo español Iberostar, que maneja el funcionamiento de los hoteles gibareños, diseña para los visitantes un paquete que aprovecha tanto la arquitectura colonial del municipio como las instalaciones hoteleras, recién restauradas.

Lamentablemente, el evento se vio opacado por los tristes acontecimientos ocurridos el pasado viernes 5 de agosto en Matanzas, cuando un rayo impactó a uno de los supertanqueros que almacenaba combustible en esa localidad, provocando un incendio sin precedentes y pérdida de vidas humanas y recursos materiales.

Sin embargo, esto no impidió que se programaran conciertos de artistas afines al régimen, como Alexander Abreu, cuya presentación fue suspendida en solidaridad con Matanzas, o el grupo musical del propio hijo de Miguel Díaz-Canel, que se denomina Migue Decuba.

Gibara es un pequeño pueblo marítimo, ubicado en el litoral norte de la provincia de Holguín y acoge cada año este importante Festival, siendo uno de los pocos eventos que reactiva e impulsa la economía local.