Damnificados sobre los ‘subsidios’ del Estado: “Nos vamos a morir antes de terminar de pagarlo”

A más de dos semanas del paso del tornado por La Habana, muchos damnificados se enfrentan a la incertidumbre de cómo y cuándo lograrán recuperar sus hogares, mientras Gobierno cubano insiste en venderles los materiales de construcción y otros artículos necesarios.

Según cifras oficiales, el devastador EF4 del pasado 27 de enero dejó un saldo de 7.436 viviendas afectadas, entre las que se encuentran al menos 505 derrumbes totales. El fenómeno también provocó la muerte de seis personas y dejó heridas a otras 195.

En un Consejo de Ministros efectuado el sábado, autoridades de la capital informaron que del total de afectaciones solo se han resuelto unos 564 casos y más de 2.000 damnificados “recibieron” materiales para reconstruir sus casas.

El Gobierno no solo recibió duras críticas por vender alimentos de mala calidad a las víctimas del tornado, sino también por no tener en cuenta que la mayoría de las familias afectadas no pueden costear ni siquiera el descuento del 50% que habilitaron para la venta de dichos materiales.

Las autoridades tampoco han tenido en cuenta el costo de la mano de obra, señaló en declaraciones a Martí Noticias el biólogo Oscar Casanella. «Hay familias que dicen: nos vamos a morir antes de terminar de pagarlo», dijo.

La economista Marta Beatriz Roque Cabello explicó por su parte que el proceso de obtener un crédito bancario se inicia con la confección de un documento con los daños ocurridos, un proceso lento y muy burocrático. «La cifra de las personas que consiguen los papeles es muy baja», aseguró.

Funcionarios encargados de los trámites admitieron la semana pasada que la venta de materiales de la construcción y la atención a los damnificados del tornado es uno de los temas “más complejos en el momento actual de recuperación” que atraviesa la capital.

Según recogió el portal oficialista Cubadebate, al desordenado funcionamiento de las Oficinas de Trámites se suman problemas con la tramitación (documentos que faltan, firmas sin emitir o flujos de trabajo desorganizados) que demoran el proceso para que los damnificados puedan adquirir los materiales necesarios.

“Los que despachan los materiales no tiene la culpa de los problemas que han surgido, porque aquí se trabaja con dinero y hay que tener las cosas claras. Yo no me quejo de la demora porque somos muchos los que reclamamos del servicio y la ayuda a la misma vez, pero lo que no puede pasar es que haya trabas innecesarias. Hemos tenido que hacer el mismo papel 8 veces”, dijo a ese periódico oficialista una de las damnificadas.

Para Rodolfo Gregory, presidente de la asociación de cuentapropistas Pemencub, la entrega de materiales es insuficiente en estos momentos, pues en algunos lugares se necesita «una reparación capital» cuyo costo podría sobrepasar «los mil dólares»

A las personas que no tengan recursos económicos para pagar el crédito bancario destinado a la compra de materiales, la situación se les hace aún más complicada, dijo la profesora universitaria Omara Ruiz Urquiola.

«Algunos clasifican para subsidios», y otros «no tienen con que pagar» la reparación, dijo.

Entretanto, representantes del Estado cubano aseguran que los materiales no faltarán para aquellos que puedan pagarlos y sostienen que los “casos críticos” tendrán subsidio total. De esto último todavía no existe constancia en la prensa o redes sociales.

Casi 10.000 personas fueron desplazadas por el tornado y muchas de ellas debieron evacuarse en casas de amigos o familiares debido a las depauperadas condiciones de los albergues estatales. El Gobierno también anunció que habilitará “locales en desuso” para acoger a estas personas.