Dedican el lienzo más grande de Cuba a los presos políticos y a Ucrania

Yulier Rodríguez Pérez usa su arte para reflejar la realidad de la Isla; su nueva obra la dedica a los presos políticos cubanos y al pueblo de Ucrania. (Foto: Yulier Rodríguez Pérez -Facebook)

El artista Yulier Rodríguez Pérez anunció en sus redes sociales una nueva obra que podría considerarse como la pintura sobre lienzo más grande de Cuba y estará dedicada a los presos políticos de la Isla, así como a Ucrania.

‘Purgatorio Insular’ es nombre de la creación de su autoría, que tendrá 23 metros x 3 metros. “A mis hermanos presos políticos en Cuba y al valiente pueblo invadido de Ucrania”, escribió el joven en su muro en Facebook.

Amigos del pintor en la mencionada red social le agradecieron por poner su arte al servicio de ambas causas. “Mirando la imagen, me sentía dentro de ella, y hasta sentí temor y odio a la vez. Impresionante”, escribieron.

Yulier Rodríguez Pérez también es conocido por sus grafitis, los cuales se aparecen firmados como Yulier P en calles de La Habana, y reflejan la decadencia del régimen. Su serie ‘Regalos’ es una de las más admiradas y con una de las obras que la conforman, ‘BOOM’, ganó el Concurso 11-J de Arte Urbano, convocado por el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC).

El artista reutiliza los recursos que descubre en el paisaje urbano para transformarlo con sus grafitis. Es por ello que suelen verse en lugares insospechados; lo mismo pueden encontrarse junto a un árbol que cerca de las líneas de un tren.

Rodríguez Pérez ha realizado otras obras de grandes dimensiones, como por ejemplo, su lienzo ‘Olimpo’ con 7.5 metros de alto y 2.56 de ancho, el cual también mostró en sus redes sociales en 2021.

En ese momento, lo definió como “la pintura expresionista al lienzo más grande de Cuba, hecha en 7 días”, pero él mismo habría roto su récord con ‘Purgatorio Insular’.

Yulier P. refleja a través de su arte la triste realidad de la Isla, donde aumenta el número de presos políticos, reina el hambre y el gobierno asfixia al pueblo. Sus grafitis son un regalo para quienes caminan por las calles de La Habana y comparten en silencio el sentimiento. También recuerdan a la dictadura su arbitrariedad y el rechazo que sienten los cubanos hacia el régimen.