Desgarrador relato de su hijo: ¡Naya Rivera pidió ayuda antes de morir!

Desgarrador relato de su hijo: ¡Naya Rivera pidió ayuda antes de morir!

A tan solo unos meses de la muerte de la actriz Naya Rivera, la noticia sigue siendo un golpe bajo en el mundo del espectáculo anglosajón.  Luego de confirmarse su lamentable deceso por ahogamiento, sale a la luz pública una nueva información que entristece a todos sus fanáticos.

Un nuevo informe sobre la muerte de la actriz revela una declaración desgarradora del pequeño hijo de Naya: «Josey [su hijo] le dijo a los investigadores que contaron hasta 3 y se sumergieron en el agua. Después de nadar un rato, Naya le dijo que volviese al bote. Ella lo ayudó a subir y seguidamente, él escuchó a su madre gritar ‘ayuda’ mientras levantaba el brazo. Después, simplemente desapareció en el agua».

Según este informe de la investigación, el trabajador que les alquiló el bote asegura que ofreció a la intérprete un chaleco salvavidas, pero ella no lo quiso.

Aún así, le proporcionó una chaqueta. Horas después, señala el empleado que, al notar que se estaban retrasando de la hora establecida, acudió a la zona donde estaba el bote y allí solo encontró al niño de 4 años dormido en él y envuelto en una toalla y un chaleco salvavidas. Al despertar, le dijo: «Mamá se ha ido».

«Mamá se ha ido»

Además de la desgarradora confesión del pequeño Josey, también ha salido a la luz un informe toxicológico, que señala que Naya sufría vértigos, lo que también pudo haber jugado un papel fundamental en el fatal desenlace.

Cuando murió, y siempre según el informe, Rivera «tenía niveles bajos de anfetamina (Adderall, Dexedrine), diazepam, etanol y fentermina (un supresor del apetito) en su sistema», y su concentración de alcohol en sangre era de 0,016.

«En su bolso se encontró su teléfono móvil, jeringas con una sustancia líquida rosa, su documento de identidad y una receta de anfetamina», señala el escrito, que también indica  que «tres latas de White Claw estaban situadas cerca del bolso. Una de las latas estaba vacía, una abierta y con capacidad de líquido en su interior de tres cuartos y otra sin abrir».

Todo suma en las investigaciones para reconstruir aquella escena final de la actriz de Glee, en julio en el lago Piru, California.