Diplomáticos cubanos enviaron casi 300.000 libras de mercancía de EEUU a la Isla

La guía de carga sobre lo que salió del puerto de Jacksonville, Florida, el 23 de noviembre de 2018 indica que se llevaba más de 195 piezas de efectos personales. (Foto de referencia: Periódico Cubano)

Un total de 280 mil 564 libras de mercancía variada fueron enviadas a Cuba desde Estados Unidos por diplomáticos cubanos, tan solo en 2018 y 2019.

Según reportó ADN Cuba, los envíos marítimos con miles de objetos pertenecían al personal diplomático de la misión cubana en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.

El citado medio tuvo acceso a los documentos en los que se establece el envío de toda la mercancía, que incluye aparatos como microondas, refrigeradores, mini bares, ollas y hasta plantas eléctricas.

La guía de carga sobre lo que salió del puerto de Jacksonville, Florida, el 23 de noviembre de 2018 indica que se llevaba más de 195 piezas de efectos personales, entre literas, colchones, sábanas, espejos, neveras, edredones y hasta un calentador para piscinas.

En total, se enviaron en aquella ocasión 15,022 libras de carga pertenecientes a la misión cubana en la ONU, aunque el primer contenedor no fue suficiente para cargar todos los objetos que claramente no existen en la Isla, peo que aunque lo hicieran, no estarían al alcance del resto de los cubanos.

Mientras los cubanos deben padecer en largas colas para conseguir lo más básico pues alimentos indispensables como arroz y harina se encuentran escasos o ausentes de las tiendas, los funcionarios del régimen no solo tienen capital para adquirir miles de productos, sino la facilidad para transportarlos desde el extranjero, ese “imperio” siempre criticado por las autoridades cubanas.

Mientras varias zonas de la Isla carecen del servicio de agua potable desde hace meses y en otras llega contaminada causando enfermedades de la piel, los funcionarios cubanos se preocupan por mantener caliente el agua de sus piscinas y por comprar edredones para abrigarse en sus habitaciones con aire acondicionado.

El bloqueo estadounidense que supuestamente le hace imposible al régimen de Cuba abastecer las necesidades de su pueblo en materia de comida, medicamentos, refacciones básicas de moto y automóvil y que hasta influye en el mal servicio eléctrico de la Isla, no les impidió a los diplomáticos transportar varios contenedores con 58,598 libras de mercancías de lujo cada uno.

Los mismos funcionarios despacharon un contenedor con destino a Gibara, con 962 piezas personales de mercancía no especificada, aunque según ADN Cuba se trata de la carga de Ana Silvia Rodríguez, representante de Cuba en la ONU, que llegó a Cuba con almohadas, refrigeradores y todo para su hogar.

El historial de envíos del personal cubano desplegado en New York es largo, en junio de 2019 se enviaron a La Habana más de 27,000 libras.

Según los documentos, algunos de los envíos pertenecían al primer secretario Roberto Alexander Valdivia Castillo y a Yinet Abreu Amaro, traductora en la misión permanente de Cuba en la ONU.

Además de la adquisición de productos de lujo en el sistema capitalista que siempre critican y del poder económico privilegiado que esto refleja en contraste con la pobreza extrema que enfrenta la mayoría de los cubanos de la Isla, queda patente también la diferencia con el resto de los viajeros cubanos.

Esto porque han sido numerosas las denuncias de cubanos procedentes del extranjero que son prácticamente asaltados por la aduana cubana, que no les permite ingresar diversos objetos bajo numerosas excusas, mientras que los funcionarios pueden transportar casi 300 mil libras de mercancía.

Además del permiso para ingresar con semejante cantidad de enseres personales, está el hecho de que no pagaron impuestos por ello, que en total de los dos años representaría más de 400 mil dólares.

Refrigeradores, aires acondicionados, cocinas, lavadoras, batidoras, herramientas eléctricas y de mano, computadoras, televisores, ollas eléctricas y equipos de música, son solo algunas de las mercancías que ingresaron, todas ausentes de las tiendas e inaccesibles para la gran mayoría de los cubanos.