Directivo encubre muerte del gato maltratado en una feria de La Habana

El gato maltratado en la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria, Fiagrop 2022, falleció, según confirmó hace unas horas Nora García, presidenta de la Asociación Cubana para la Protección de Animales y Plantas (Aniplant).

“Todo indica que su cuerpo no resistió los golpes y el estrés a que fue sometido”, informó la periodista Elsie Carbo, de Juventud Rebelde, en sus redes sociales. La reportera compartió la triste noticia porque hasta el momento se tenía la esperanza de que estuviese vivo.

El animalito, supuestamente, debía ser atendido en la clínica veterinaria de Carlos III, pero lo llevaron a otra, “quizás pensando que con eso se iban a aplacar los ánimos, pero en realidad aún hay mucha oscuridad sobre los hechos, y si hay alguna cosa cierta es que el infeliz falleció”.

Juventud Técnica publicó este lunes un artículo firmado por Claudia Rafaela Ortiz Alba que muestra el secretismo alrededor del caso. Ella fue de las primeras en advertir que el gato llevado al mencionado centro veterinario no era el torturado días antes, en el rodeo del Recinto Ferial de Rancho Boyeros.

Marianela Altunga Díaz, jefa del Departamento Provincial de Sanidad de La Habana, dijo a la reportera que fueron las autoridades de la Feria quienes le dieron el gato equivocado, y ellos, a su vez, lo recibieron del payaso que lo soltó en la pista para ser cazado con lazos.

Carlos Manuel Ventura Acosta, director general de La Feria, en un primer momento insistió en que el gato maltratado era el que se había llevado a la clínica y luego, tras escuchar las razones por las que sus palabras no eran ciertas, señaló que el payaso le entregó el animal en un saco y nadie verificó. Eso “era todo lo que sabía”.

Después añadió que el artista asumió “valientemente” su error e incluso pidió que no se sancionara a nadie más. “El gato se lo entregó una señora para que se lo llevara de regreso a Sancti Spíritus”, según el maltratador, y decidió soltarlo en la arena “en un bache del espectáculo, sin previa consulta o autorización (…) para que los vaqueros jugaran (con su vida)”.

La reportera contó que la comunicadora de la entidad detuvo la entrevista porque “no tenía autorización”. “No sé si era una verdad o solo improvisaba. Yo casi terminaba de hablar con el director”, confesó Claudia Rafaela Ortiz Alba.

Antes de marcharse le preguntó al hombre que pasaría con el gatico “falso”. “Lo tendremos en custodia nosotros hasta que sea necesario, se le dará comida, y se tendrá en un lugar seguro”, respondió.

“¿Y después?”, insistió la reportera. “El artista dice que es de él, no sé si se lo llevará”, dijo el hombre. Si el payaso fue capaz de usar a otro animal hasta su muerte, qué futuro le espera a este. “Es preferible que lo suelte en una colonia antes de que se lo devuelvan”, reflexionó Ortiz Alba.