Dos cubanos intentan colarse en un avión que salía de La Habana rumbo a Guyana

Dos jóvenes cubanos intentaron colarse en un vuelo con destino a Georgetown, Guyana, que se disponía a despegar del Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana el pasado lunes, indicó a la redacción de Periódico Cubano una fuente que prefirió permanecer en el anonimato. 

Los eventos tuvieron lugar en horas de la madrugada en la terminal número 2 de la instalación.

Todo apunta a que el plan de los civiles, cuyas identidades hasta este momento se desconocen, era esconderse en la cabina de la aeronave, cuya salida estaba prevista para las 10:00 a.m (hora local). Sin embargo, las cámaras de seguridad los detectaron cuando comenzaron a cruzar la pista de aterrizaje.

En un primer momento, las autoridades pensaron que los jóvenes eran trabajadores del aeropuerto y les iban a “llamar la atención” por no estar usando sus chalecos. 

Al percatarse de que, efectivamente, ninguno de los dos era trabajador del centro, un agente de la seguridad del aeropuerto procedió a detenerlos. Por un breve momento, fueron sentados en la escalerilla del avión, pero se la saltaron y se dieron a la fuga. 

“No los agarraron pero esos están cogios”, indicó la fuente. “ Se la jugaron porque cruzaron la pista y todo. Si los agarra un avión aterrizando o despegando ahí mismito quedan”. 

 Nadie de “la calle” ha logrado llevar a cabo este tipo de incursión de manera exitosa, acotó. Solo los trabajadores del aeropuerto, que conocen a la perfección como se mueve todo, han podido colarse en una nave en calidad de polizones, y llegar a sus destinos. 

El caso del Yunier García, el polizón cubano 

Tal fue el caso de a Yunier García Duarte, un joven empleado del Aeropuerto Internacional de La Habana, que arribó el pasado 15 de agosto a Miami, Estados Unidos, escondido en la bodega de un vuelo chárter operado por la aerolínea SwiftAir.

Tras su llegada, se abrió un intenso debate en relación al proceder del Gobierno de Estados Unido. Si la administración de Donald Trump decidía otorgarle refugio, se abriría la puerta a que más migrantes tomaran la misma iniciativa de Yunier. En caso contrario, lo dejarían a merced de un peligroso régimen que lo juzgaría como a un criminal. 

Finalmente, el 24 de septiembre un juzgado estadounidense le concedió al cubano asilo político. 

“Eso se sabe que iba a pasar y va a seguir pasando (…) El aeropuerto esta super oscuro y hay hierva por todos lados. Toda la cerca perimetral es hierba altísima, esto se le facilita a todos aquel que quiera inventar”, detalló la fuente. “Nadie quiere ser jefe de turno”.